Pedro Sande García
Ciática, lumbalgia, dolor menstrual, gota, migrañas, hemorroides, fibromialgia, dolor de muelas, dolor de oídos, artritis, artrosis, roturas, cefaleas, trigémino … permítanme que continúe este artículo formulándoles dos preguntas ¿han sufrido alguna vez alguno de estos dolores?, ¿conocen a alguien que los haya sufrido?, si la respuesta a alguna de ellas es afirmativa entonces sabrán ustedes que en su fase aguda no sólo son invalidantes para realizar una actividad profesional, lo que implica una baja laboral, también lo son para ejercitar muchas actividades cotidianas.
Les planteo una nueva cuestión ¿sería lógico que una persona fuese discriminada por padecer alguna de estas patologías? Mi respuesta a esta última pregunta es un rotundo no, en el caso de que hubiese discriminación nos encontraríamos ante una situación injusta y que estigmatizaría a las personas que la padeciesen.
Con toda seguridad existen más patologías que producen un dolor agudo, si alguna de las personas que la padece está leyendo este artículo les ruego que disculpe mi olvido o mi desconocimiento. En cuanto al dolor producido por estos trastornos no hay una herramienta o un método que nos permita medirlo, pero la medicina dispone del conocimiento suficiente para determinar cuando un dolor es incapacitante.
Me van a permitir que siga insistiendo con los interrogantes. Cuando se produce una patología con dolor agudo ¿debería ser una causa de baja laboral mientras el daño persista? Creo que la realidad es quien nos da la respuesta. Y la realidad dice, por lo menos así ha sido la realidad que me ha acompañado a lo largo de mi vida profesional en la que he podido ver, y sufrir en primera persona en alguna ocasión, múltiples casos de personas que han tenido una baja laboral producida por un dolor agudo, cuyo origen es alguna de las patologías que he citado al principio de este artículo. Hablo tanto de baja laboral, dictaminada por un facultativo, en algunos casos de manera repetitiva a lo largo del tiempo, como los casos que ocurren en un día puntual en los que el afectado ha llamado al trabajo sin que nadie pusiera objeciones a su ausencia. No soy un experto en legislación laboral pero en todos estos casos el coste fue asumido por la empresa, algo que ocurre durante los primeros quince días de baja.
Llegados a este punto estoy un tanto sorprendido por el revuelo que estos días está causando el normalizar la baja para uno de estos supuestos, quizás sea debido a que afecta a un determinado grupo de personas, o será por un problema ideológico o por algo tan poco racional como por tener un problema de animadversión hacia las personas o grupo que han presentado la ley donde se recoge dicho supuesto.
He escuchado algunos argumentos que muestran su disconformidad ante este supuesto de baja laboral, también hay quien no ha querido entrar en la polémica y lo que ha hecho es ponerse de lado. Entre estos últimos casos he oído decir cosas como «las bajas las dan los médicos». Una buena respuesta para aquellos que desconocían este hecho pero creo que la mayoría de las personas saben que las bajas laborales, todas, solo pueden ser otorgadas y certificadas por un facultativo, incluida la que está siendo objeto de este debate. Otra de las razones para oponerse, es que «puede penalizar o estigmatizar las contrataciones del grupo de personas que la padecen». Este argumento, que han utilizado personas de todo el espectro ideológico, tanto de la derecha como de la izquierda, en el siglo XXI, me parece terrible. Sería un caso claro de discriminación, algo que es ilegal y que no debe ser causa que impida legislar y mucho menos de privar a un colectivo de un derecho. La discriminación debe combatirse por otros medios pero nunca coartando los derechos ni tampoco silenciando un hecho natural, como el que aquí nos ocupa, que forma parte del proceso que garantiza la continuidad de la especie.
Se imaginan que en una entrevista de trabajo les preguntaran a los candidatos que tipos de dolores padecen: ¿Tiene usted algún tipo de dolor de manera regular?, ¿le suelen doler a usted las muelas?, ¿sus dolores menstruales son agudos?, ¿ha padecido usted alguna vez de lumbalgia? quizás conozcan situaciones donde esto se haya producido pero estamos ante un comportamiento ilegal que atenta contra el derecho a la intimidad. Que un colectivo que padezca alguna de estas patologías sea estigmatizado sólo puede ocurrir en casos donde el empleador, además de incumplir la ley, vea a los recursos humanos como simples recursos a los que sacarle el máximo beneficio posible.
Entre todas las patologías que he citado no veo diferencias, salvo que unas son debidas al ciclo biológico y otras al deterioro o a las deficiencias del organismo, todas ellas son causas naturales y es por ello por lo que no entiendo la decisión de que el coste laboral, en los primeros días, del caso objeto de la polémica sea asumido por la seguridad social y no por las empresas como en el resto de la patologías. Me vuelvo a preguntar, me tienen que disculpar por la profusión de interrogantes, si no será debido a que el colectivo que sufre dicha patología debe ser protegido de una posible e ilegal discriminación. Si fuese así, y creo que esta es la razón, dice muy poco de aquellos que estigmatizan y marginan a un determinado grupo de personas por sufrir alguna tipo dolencia, tanto las que he citado en este artículo como cualquier otra.
Para terminar les voy a proponer un juego, sustituyan la patología que piensan ustedes que ha originado mis palabras, por cualquier otra que se les ocurra. Yo lo he hecho y estoy seguro que el debate no existiría, el lado racional del ser humano lleva muchos siglos normalizando lo natural, el lado irracional es el que crea las excepciones.
Cuídense mucho.