Al señor Cigoña no le gusta el obispo de Mondoñedo-Ferrol

Ricardo Aguilera

Este comentario ya dirigido a un tal Señor Cigoña quien en su blog ha publicado un artículo sobre el señor obispo de Mondoñedo Ferrol,artículo que realmente tal y como se presenta ha conseguido y provocar mis náuseas.

Señor Cigoña, un obispo que escribe una carta tan hermosa y sensata como la que la de Monseñor Cadiñanos sobre los cofrades, tiene mucho que aportar a la Diócesis, y estoy convencido que lo hará. También estoy convencido que contribuirá a transformar tan castigada Diócesis de Mondoñedo – Ferrol, pues Monseñor Fernando Cadiñanos dispone de la fe y el talento necesario para ello.

Lástima que haya elegido usted al noble animal de la cigüeña para denominar a su blog. Desgraciadamente usted no pasa de ser un buitre carroñero que se alimenta de las inmundicias que encuentra a su alrededor o que otros, cual Judas traidores, le sirven en bandeja. Vergüenza debería darle tomar el reciente fallecimiento de un sacerdote como excusa para atacar al obispo de Mondoñedo-Ferrol. Decía Ryszard Kapuscinski que «para ser buen periodista hay que ser buena persona». Es una lástima que usted utilizara la muerte de un sacerdote diocesano sin respetar ni al fallecido ni a sus familiares. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias.

De vivir en la Edad Media usted habría sido uno de los más insignes inquisidores, aquellos que, sin empacho ni remordimiento, mandaban a la hoguera a aquellos a los que juzgaban como herejes o brujas. Es una pena que usted pretenda erigirse en defensor de la Iglesia, cuando sólo defiende a una facción de la misma muy envuelta en incienso y doctrina, que anda muy cerca ideológicamente de la ultraderecha.

Usted Señor Cigoña se encuentra muy cerca de “cierta doctrina”, pero muy lejos del Evangelio. Unos días de ejercicios espirituales le vendrían muy bien para poner su alma y su orondo cuerpo en consonancia con la verdad y con la caridad. Y ya que parece que tanto le asquean las personas de Comisiones Obreras, sean creyentes o no, le recuerdo que dichas personas fueron creadas por el mismo Dios Padre que nos creó a usted y a mí y que por tanto, le guste o no, ellas son como usted y como yo hijos de Dios. A no ser que decida por su cuenta que ellos no son dignos del amor que Dios otorga a sus hijos.

Señor Cigoña, más Evangelio, menos ideología y más hacer autocrítica…así será usted más creíble. Ah, y cambie ya de tema, se empieza a repetir en exceso con el mismo, aunque en verdad leer lo que escribe me produce estupor y urticaria por su falta de tacto, de respeto y de credibilidad.

Le recuerdo lo que dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “2493 Dentro de la sociedad moderna, los medios de comunicación social desempeñan un papel importante en la información, la promoción cultural y la formación. Su acción aumenta en importancia por razón de los progresos técnicos, de la amplitud y la diversidad de las noticias transmitidas, y la influencia ejercida sobre la opinión pública.” Continúa afirmando:” 2497 Por razón de su profesión en la prensa, sus responsables tienen la obligación, en la difusión de la información, de servir a la verdad y de no ofender a la caridad. Han de esforzarse por respetar con una delicadeza igual, la naturaleza de los hechos y los límites el juicio crítico respecto a las personas. Deben evitar ceder a la difamación.”

Que pase buen día y ojalá hoy decida comer cosas sanas, le vendrán bien a su cuerpo y a su espíritu.

Ricardo Aguilera, desde Ferrolterra.

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