Dio positivo en alcohol y drogas
Agentes de la Guardia Civil de Tráfico de Ferrol interceptaron a un vecino de Culleredo que circulaba en sentido contrario por la autovía AG-64 (Ferrol-Villalba), a la altura de Narón, además de dar positivo en las pruebas de alcoholemia y drogas que le practicaron.
Varios usuarios alertaron, a través del 112 y la central de emergencias de la Guardia Civil, que se habían cruzado, con grave riesgo de colisión, con un vehículo circulando en sentido contrario al habitual.
Inmediatamente se activó el protocolo de vehículo en sentido contrario coordinado con el Centro de Gestión de Tráfico de ,la DGT para el noroeste y cantábrico,
La patrulla de la Guardia Civil, tras retener la circulación para evitar que colisionase con algún vehículo que circulase correctamente, logró interceptar al vehículo en el kilómetro 10, en Narón, circulando dirección Ferrol por los carriles dirección Vilalba (Lugo) pudiendo detenerlo a la altura del kilómetro 1.500.
Una vez detenido el vehículo e identificado el conductor, un vecino de Culleredo de 22 años fue sometido a las pruebas de alcohol y drogas, arrojando un resultado positivo en el etilómetro de 0,63 mg/l en la primera prueba y 0,66 mg/l en la segunda. Además, en la prueba de drogas arrojó resultado positivo indiciario en THC pendiente de confirmación por el laboratorio de referencia.
Desde As Pontes
La investigación de la Guardia Civil pudo determinar que el conductor accedió con su vehículo a la autovía en el kilómetro 33, en la localidad de As Pontes, a pesar de que la vía en ese punto tiene la señalización reforzada para evitar que vehículos accedan de forma incorrecta a la autovía.
Al conductor se le investigó por dos delitos contra la seguridad vial, uno por conducción temeraria y otro por superar las tasas reglamentariamente establecidas al superar la tasa 0,60 mg/l considerada como delito y tendrá que comparecer en un juicio rápido en el Juzgado de Instrucción número dos de Ferrol.
El vehículo quedó inmovilizado hasta desaparecer las causas. Por estos hechos se enfrenta a la pena de prisión de tres a seis meses o trabajos en beneficio de la comunidad, además de la pérdida de 6 puntos y 1.000 euros de sanción por tener presencia de drogas en su organismo mientras conduce, y la retirada del permiso de conducir de forma temporal.