El Concello de Ferrol está preparando el nuevo servicio de comedores sénior. Con el fin de cuantificar la demanda y adaptar esta prestación a las necesidades de los usuarios, la concejalía de Bienestar Social abre un plazo para que las personas interesadas puedan preinscribirse. El formulario estará a su disposición en el tablón de anuncios del Concello y, una vez cubierto, deberá entregarse en el registro municipal, de manera presencial o telemática.
El objetivo es que los comedores sénior vuelvan a funcionar en los mismos barrios que antes de la declaración del estado de alarma: Canido, Caranza, Ensanche, Esteiro y San Pablo. Segundo explicó la concejala de Bienestar Social, Eva Martínez Montero, en este momento “es necesario comprobar que demanda real existe y diseñar un servicio que se adapte a la realidad”. Uno de los problemas que empezó a aflorar incluso antes de la pandemia, detalló la edil, fue que, debido a la baja participación, el servicio dejó de ser viable económicamente, de modo que la empresa que lo prestaba renunció a continuar pese la que existía la posibilidad de prorrogarlo (aun no se habían consumido las dos ampliaciones contempladas en el contrato). Esa situación, afirmó Martínez Montero, se produjo pese la que se realizaron diferentes campañas para captar usuarios y alcanzar, cuando menos, los 75 que se establecen como mínimo para garantizar la viabilidad.
Ahora, una vez que se disponga de datos fiables, como son los allegados por los propios interesados, será “mucho más sencillo adaptar los nuevos comedores sénior del Concello a lo que realmente están demandando los usuarios”, aseguró la concejal.
Destinatarios
Las destinatarias de los comedores sénior son personas de más de 60 años que deseen compartir con otra gente un espacio de socialización (no se trata de un comedor social) a la hora de almorzar. Se financia mediante un sistema por el que el Concello aporta una parte del coste del menú y el usuario otra. De todas formas, por parte de la Administración local existen prestaciones para que quien lo necesite, y así lo acredite, pueda sufragar la parte personal de ese precio.