Enrique Barrera Beitia
El pasado 6 de marzo la agrupación local socialista renovó su ejecutiva local sin tensiones internas, tras pactar Ángel Mato y Germán Costoya una lista de unidad. Se pone fin de esta manera, o por lo menos empieza a ponerse fin, a una disputa que duraba demasiados años. En 2.015 una parte del socialismo
ferrolano no se integró en la candidatura para las elecciones municipales, y la posibilidad de que se repitiera a la inversa esta circunstancia en las elecciones de 2.019 se evitó con una lista de integración, que en su momento provocó reticencias al ser impuesta por órganos superiores, pero que permitió a Ángel
Mato acceder a la alcaldía. Era lógico por lo tanto, que esa integración alcanzada en el grupo municipal se reflejara ahora en el órgano de dirección local, y mejor que haya sido por convicción de las dos partes.
Este cierre de filas refuerza las opciones socialistas para las elecciones municipales de 2023, que como las de cualquier otro partido en el gobierno, pasan por la confluencia entre un clima social relajado y una gestión municipal razonablemente visible.
Es verdad que resulta imposible predecir cual será el ánimo de los ferrolanos dentro de catorce meses, pero es una realidad que a finales de este mes de marzo comenzará la construcción de la nueva serie de fragatas, y que sin necesidad de entrar en una guerra de cifras, habrá trabajo garantizado en los astilleros para miles de trabajadores durante nueve años aproximadamente. Por otro lado, y en espera de que finalmente se firme el convenio con Defensa, tengo la impresión de que, si salen adelante las obras previstas en As Pías y en la calle de la Iglesia, el impacto visual será muy potente, y por lo tanto no podrá decirse que el actual gobierno no ha hecho nada.
Sin embargo, el PP tiene opciones de recuperar la alcaldía. Ya expuse en varias ocasiones que las votaciones en Ferrol tienen un fuerte sesgo ideológico, y que 30.000 de los 34.000 votos que aproximadamente se contabilizarán en mayo de 2023, ya están adjudicados con independencia de lo que hagan o dejen de hacer unos y otros. Dado que existe un relativo equilibrio entre izquierda y derecha, esos 4.000 votantes “swing” serán claves, y José Manuel Rey Varela intentará ganárselos pudiendo elegir entre varios discursos tácticos. Recordemos que en las últimas elecciones quedó a 1.731 votos de arrebatarle el tercer concejal a Ferrol en Común, y tengo dudas razonables de que Ciudadanos (que obtuvo 1.258 votos) repita candidatura.