La Xunta de Galicia ha asegurado este miércoles que la investigación iniciada la pasada semana por la muerte de más de 100 estorninos en la calle Alcalde Quintanilla, en las inmediaciones del hospital «Ribera Juan Cardona», en Ferrol no ha podido «determinar la electrocución como causa» y ha señalado que no descarta «una intoxicación». Fuentes del Gobierno autonómico han destacado que 127 de los ejemplares encontrados en el barrio de Caranza murieron y apenas «unos pocos» sobrevivieron al incidente. Los hechos ocurrieron en las cercanías del hospital Ribera Juan Cardona.
Las aves fueron remitidas al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Oleiros (A Coruña) y las que ingresaron vivas, ha estimado, presentaban «un estado decaído» y eran «incapaces de volar». Además, ha recalcado que contaban «con traumatismos en alas y patas, lo que les provoca dificultades para mantenerse en pie». «Se les practicó un tratamiento con alimentación forzada y alineación e inmovilización de las fracturas observadas», ha incidido.
Según la Consellería de Medio Ambiente, «para determinar si la causa de la muerte pudo ser una intoxicación», se recogieron «muestras para realizar análisis toxicológicos».
Estas pruebas, ha añadido, se corresponden con encéfalo, corazón, pulmón, tráquea, riñón e intestino. En este sentido, ha valorado que se permanece «a la espera de los resultados» y ha considerado que de la «vista preliminar se observan varias lesiones hemorrágicas en la zona intratorácica, laringe y región craneoencefálica». «Afectan gravemente a corazón, aparato respiratorio y encéfalo; no se puede relacionar con una infección vírica, bacteriana o parasitaria», ha apostillado. Así, ha aclarado que los «análisis realizados constatan el negativo en gripe aviar». Al descartar la electrocución, ha argumentado que tendrían que haber aparecido «edemas y necrosis por quemadura en los puntos de entrada y salida de la corriente eléctrica, además de pequeñas marcas por quemaduras en plumas cercanas».