Rafael Pillado (*)
Hace tan solo una semana, se presentaba en el Parador de Turismo de Ferrol, la iniciativa que Memoria Histórica Democrática y la Asociación Fuco Buxán, respaldadas por una veintena de agrupaciones y cientos de ciudadanos, habían elaborado para celebrar, en el 2022, el 50 Aniversario de los trágicos acontecimientos sucedidos en 1972 a nivel de Galicia, primero en Ferrol e, inmediatamente, en Vigo y otras localidades, dando lugar al reconocimiento parlamentario de la jornada del 10 de marzo como “Día da Clase Obreira Galega”.
En dicho Manifiesto, que expresaba la voluntad de considerar todo el año afectado por esa celebración, se señalaron algunos rasgos fundamentales de ese Aniversario, destacando, entre ellos, un tema concreto: la voluntad de rescatar de la vergonzante marginalidad el simbólico y significativo Monumento que le hace justicia; para ello, resulta imprescindible su traslado al centro de la plaza, donde le corresponde de pleno derecho. En paralelo, se reclama la denominación de “Plaza do 10 de marzo” al espacio público abarcado.
En su día, 12 de septiembre de 1994, había publicado en prensa, una carta dirigida al Sr. Alcalde, recordándole que la remodelación de toda la zona había desplazado la ubicación del Monumento.
En dicho escrito, me expresaba en los siguientes términos: “Tras las obras de
remodelación de la entrada a la ciudad y la creación de una plaza, desplazando lateralmente las carreteras de entrada y salida, el Monumento al “10 de marzo” ha sido marginado de forma extrema…”.
Ateniéndonos a la Verdad Histórica, la intervención policial del día de autos, con la pretensión de cortar por la mitad la manifestación que, desde la Estrada de Castela, discurría ya por la Carretera de las Pías (denominada en aquellos momentos como Av. Jorge Vigón), había llegado y hasta superado la actual zona de emplazamiento del Monumento, hasta que la heroica respuesta de los trabajadores- piedras contra fusiles- les obligó a retroceder y refugiarse en el Cuartel.
Esa brutal intervención de “las fuerzas del orden” obligó a los trabajadores a
desplazarse a la zona de entrada de la carretera para ponerse a salvo. Quienes hemos sido testigos directos de los hechos sabemos que fue el lugar que hoy ocupa la “Puerta Nueva”, el centro de todos aquellos hechos, que habrían de culminar con la muerte de los compañeros Amador y Daniel por disparos de la Policía, que causaron, además, numerosos heridos indefensos, reos del delito de demandar una vida digna para sus familias.
Sabemos también que las dos vías de entrada y salida a la ciudad, coincidían con el centro de la actual plaza, por lo que nuestra pretensión de traslado del monumento está más que justificada.
Por todo ello, reclamo la mayor atención a esta exigencia y su cumplimiento, cuando han trascurrido 50 años de aquellos acontecimientos con proyección histórica, presentes todavía en una memoria ciudadana, merecedora de Verdad y de Justicia.
Si “…exigimos un decoroso y digno emplazamiento del monumento en lugar
privilegiado de la nueva plaza…”, lo hacemos para sacarlo de la incomprensible marginalidad a que, por razones no lo suficientemente explicadas, se ha visto relegado. Su autor, Xoan Xosé Braxe Rei, artista comprometido y solidario, también se lo merece.
La efemérides del 10 de marzo significa para Ferrol y sus Trabajadoras y Trabajadores – como lo representa para Galicia (y aún más allá)-, una fecha de insoslayable referencia en el largo camino por conseguir Derechos y Libertades que la dictadura franquista había negado por más de una cuarentena de años a la Sociedad Española.
La Clase Obrera Gallega hoy nos demanda que tanto esfuerzo, tanto sacrificio, tanta sangre derramada no hayan sido en vano y, de igual modo, que se le reconozca su protagonismo en la vanguardia, a lo largo y ancho de nuestra Longa Noite de Pedra, algo que, por desgracia, están pretendiendo sepultar en el olvido unas voces que sólo representan el rostro más oscuro y siniestro del fascismo ilustrado.
(*) Rafael Pillado Lista, fue dirigente de CCOO y el PCG en 1972 y varias veces represaliado.