Pedro Sande García
No entraba dentro de mis planes escribir un artículo cuyo objetivo fuese discrepar con las palabras de un premio Nobel de literatura. Ninguno de mis artículos surge de una planificación previa, surgen de manera espontánea o son generados por alguna noticia o acontecimiento que me produce cierta curiosidad. La idea se asomó cuando leí, y luego escuché, parte de la disertación de Mario Varga Llosa en el congreso que de manera reciente ha celebrado el principal partido de la oposición. Una cosa es leer lo que dijo y otra es escuchar su parlamento sin intermediarios, cuando hice esto último fue cuando mi interés por este artículo se acrecentó. Les dejo parte de las palabras citadas por el premio Nobel en su intervención: «Lo importante en unas elecciones no es, como, que haya libertad en esas elecciones, sino, votar bien». En este enlace también podrán escuchar su intervención al completo: https://actualidad.rt.com/actualidad/405622-latinoamericanos-saber-votar- insolitas -declaraciones-vargas-llosa .
Antes de continuar me gustaría dejar constancia de mi admiración hacia Mario
Vargas Llosa el escritor. Admiración que no se verá dañada ni disminuida por el hecho de tener discrepancias en ámbitos no literarios como el que aquí estoy tratando. La
discrepancia, de cualquier tipo, solo es eso, y nunca debe de ser impedimento para
disfrutar de un creador ni debe alterar nuestras relaciones personales. En mi caso es algo que intento practicar.
He escuchado la intervención en varias ocasiones, y aun siendo en un contexto de
mitin político no es un motivo que atenué mi total discrepancia con su contenido. Tuve una primera reacción de sorpresa, luego de cierto malestar y al final de nuevo de sorpresa. Creo que además de ser un comentario de una simpleza extrema, con ningún argumento que lo sustente, es un comentario cargado de cierta soberbia y arrogancia.
¿En realidad lo que quiso decir Mario Vargas Llosa es que no votar a sus simpatías ideológicas es votar mal? Señor Vargas Llosa, me va a permitir que le diga que no se vota mal ni se vota bien, se vota diferente. Y la diferencia entre decir una cosa y la otra es el respeto. Llevamos mucho tiempo escuchando como una legión demasiado grande de individuos faltan al respeto a los que no piensan o votan como ellos, entre lo que dicen esos individuos y lo que ha dicho el premio Nobel hay una gran diferencia, faltaría más, el uso del lenguaje. Unos utilizan términos cuyo significado muchos desconocen, y que han vulgarizado con su uso: fascista, rojo, perro flauta…En el caso del premio Nobel, no podía ser de otra manera, ha demostrado elegancia en el manejo del lenguaje «los que votan mal».
Ronronea sobre mi pensamiento, cada vez que resuena dicha afirmación, aquellas
palabras que se utilizan con los niños pequeños cuando no se comportan como los
adultos queremos: «es un niño malo» o «el nene tiene que portarse bien». A lo mejor es que el escritor piensa que los que no votan como él son «unos niños malos».
Me van a permitir que haga unos cálculos, breves y fáciles. En su intervención el
Premio Nobel dijo que votar bien era la razón por la que votaba al Partido Popular, partido que en las últimas elecciones generales consiguió el 20,99% de los votos ¿Quiso decir que el 79% de los votos restantes fueron votos malos? Si así pensaran los electores del resto de partidos políticos querría decir que todos votamos mal, o dándole la vuelta al razonamiento, que todos votamos bien. Como verán ustedes todas estas conclusiones son de un absurdo y de una simpleza que raya la estupidez. Y aplico este último calificativo a lo dicho por mí y, por educación, no lo hago extensible a las palabras del premio Nobel.
Citó el premio nobel, sin dar nombres, que en algunos países de Latinoamérica se
había votado mal ¿se refería a Colombia, a Perú, a Venezuela, quizás a Brasil? Su
afirmación no solo es una falta de respeto a los más elementales principios democráticos, es una falta de respeto a los ciudadanos de los países a los que se estaba refiriendo.
Pero también, señor Vargas Llosa, usted ha faltado al respeto a los ciudadano de mi país, a los ciudadanos de España ¿Quiso usted decir que los millones de españoles que no votaron por su opción política votaron mal? Le contesto con un rotundo NO, y se lo vuelvo decir «no votaron ni bien ni mal, votaron diferente».
Alguno de los comentarios del premio nobel son de una gravedad extrema: «Lo importante en unas elecciones no es, como, que haya libertad…» Señor Vargas Llosa, me atrevo a decirle que «la libertad es lo único importante», sin libertad no se vota ni bien, ni mal, ni regular, ni siquiera se vota. ¿Les diría usted eso a los ciudadanos que sufren o han sufrido las tiranías en las que por solo citar la palabra libertad han sido o son condenados al silencio, la cárcel o la tortura?
Ya termino, con unas últimas palabras dirigidas a Mario Vargas Llosa»siga
haciéndonos disfrutar con su literatura» y a todos ustedes: «cuídense».