La central térmica de As Pontes lleva sin actividad desde principios de julio, pero, a diferencia de muchas otras, técnicamente no está cerrada. Aunque la mina con la que se abasteció durante décadas es hoy un lago artificial de proporciones bíblicas, nada impide que la instalación vuelva a ponerse en marcha tirando de carbón extranjero. Y Endesa ya se está preparando para algo que parecía inimaginable hasta hace muy poco. Durante todo el verano no se volvió a poner en funcionamiento ninguno de los cuatro grupos pero la central está «disponible y operativa», recuerdan desde la eléctrica
La extraordinaria crisis energética que vive Europa, con los precios de la energía disparados y las reservas de gas natural en su nivel más bajo en una década, ha resucitado la fuente más sucia que existe. Primero fue Alemania, y ahora España, la que podría recuperar el carbón en pleno proceso de transición energética para garantizar el abastecimiento durante el próximo invierno. Es la energía más cara y más contaminante, pero la incertidumbre obliga a cubrirse las espaldas.
La compañía presidida por José Bogas ha adquirido carbón para poder utilizarlo en la central térmica, según han confirmado fuentes sindicales consultadas. La compra se cerró el pasado 30 de septiembre y el mineral tiene previsto llegar al puerto exterior de Ferrol, en donde la empresa tiene una terminal de descarga, en noviembre, para posteriormente ser transportado por carretera hasta las instalaciones próximas a la central térmica.
La filial de Enel, que no ha confirmado oficialmente esta compra, se ha limitado a indicar que «está analizando diversas opciones para atender los requerimientos del operador del sistema en caso de un invierno extremadamente crudo o de alteraciones en el mercado internacional del gas».
Los sindicatos consultados han detallado que con esta nueva compra de carbón, de al menos 60.000 toneladas, se abre también un nuevo escenario en este complejo industrial, ya que «nos interesa que se nos concrete en que se va a traducir, en cuanto a carga laboral, esta medida». Vuelve el carbón y podría regresar el empleo.
Ya quemó con Filomena
La central ya tuvo que quemar carbón el pasado enero para atender las necesidades energéticas provocadas por la tormenta Filomena. Pese a la paralización de su actividad productiva, As Pontes sigue técnicamente operativa y a disposición del Ministerio de Transición Ecológica y del operador del sistema (Red Eléctrica) en tanto la compañía no reciba la confirmación administrativa de su cierre, algo que no prevé hasta finales de este año o principios del próximo.
El Gobierno y las empresas han puesto fecha de caducidad a esta tecnología en España por tratarse de un combustible fósil que emite CO₂ a la atmósfera y la intención del Ejecutivo, con su Plan de Energía y Clima, es sustituirla por otras fuentes de generación no emisoras. La fecha prevista es 2030, aunque la mayoría de los cierres se estaban acelerando por la escasa rentabilidad. Paradójicamente, la crisis motivada por los altos precios del gas puede llevar a que el Gobierno aproveche su capacidad hasta el tiempo de descuento.
Solicitud de PP
La reactivación de la central térmica pontesa fue puesta sobre la mesa por el PP en el Parlamento gallego hace solo unos días. Así, solicitaron al Gobierno central que estudiase esta posibilidad «para estabilizar a escalada de prezos da electricidade», recordando que Endesa tiene disponibles todavía «40.000 toneladas de carbón».