El Ayuntamiento de Ferrol rindió en la mañana de este sábado, día 21, homenaje póstumo a Fernando Miramontes con un acto en Canido a lo que asistieron decenas de personas, entre ellas representantes de todos los grupos políticos municipales.
En la antigua plaza del agua, que pasa a llamarse plaza de Fernando Miramontes, se descubrió una placa con el nombre del histórico político del Partido Comunista. El alcalde, Ángel Mato, presidió un acto en el que también intervinieron los ex regidores Jorge Suárez y Manuel Couce y que cerró Dolores Miramontes, hija del homenajeado.
Poco antes, en el palacio municipal se descubrió el retrato de Fernando Miramontes, pintado por Andrés Gabarres, que pasará a la galería de alcaldes del Salón de Plenos, y que el vecindario pudo ver durante la ceremonia en Canido. Será así por acuerdo plenario, aprobado por unanimidad, en el que se recoge esta honra para el teniente de alcalde que en más ocasiones ocupó la alcaldía de manera accidental.
Mato ensalzó la figura “de un hombre que reunía el mejor de los valores de una
generación a la que le debemos tanto” y que era “una grandísima persona”. Y sobre la colocación de su cuadro entre los de los alcaldes de la democracia, dijo que se trata “de una excepción que se hace para una persona excepcional”.
El portavoz de Ferrol en Común, el exalcalde Jorge Suárez, agradeció que el
homenaje obedece a la unanimidad de los grupos políticos y recordó los momentos difíciles que Miramontes vivió durante el franquismo, “como muchos compañeros, por su militancia comunista”. Por eso, destacó que en democracia “trabajó por el acuerdo y por el bien de la ciudad”.
Couce Pereiro se expresó en similares términos. “Dedicó su vida a servir a todos”, afirmó, y añadió que desarrolló el servicio público “con ilusión y entusiasmo” para resolver los problemas. El ex regidor socialista, que compartió equipo de gobierno con Miramontes, lo calificó de “referencia de la izquierda en Galicia”.
Los tres tuvieron palabras para Fina, la compañera del homenajeado, de la que
aseguraron que fue la figura más importante para su trayectoria vital. Concluyó el acto
su hija Loli. Dijo que para la familia queda, sobre todo, “los conceptos de justicia y honra” que defendió su padre, y finalizó con una frase que Miramontes repetía: “Si hay una tortilla, lo justo es repartirla entre todos”.