Julia Mª Dopico Vale
El amor cuando no es santo es brujo. Así lo entendió el compositor gaditano Manuel de Falla cuando escribió los compases de esta obra maestra cuyo éxito universal se mantiene por doquier y que narra en libreto de Gregorio Martínez Sierra la historia de la gitana Candela, perseguida por el espectro del amante muerto que se aparece celoso ante su nuevo idilio con Carmelo. Música que recupera, siguiendo las corrientes nacionalistas de la época, los elementos propios del folklore andaluz, concretamente del flamígero flamenco cuyo ancestral origen parte del “Camino de Culturas” y sus influjos orientales, helénicos, semíticos, autóctonos…Todo un crisol de culturas que conviven secularmente en Al-Ándalus y que pasan a ser debido a distintos condicionantes históricos, las culturas de pueblos desterrados que en encuentran en el “cante jondo” la vía para expresar con hondura su tragedia o su confidencia.
Una expresión racial y genuina que es fuente inagotable de inspiración, también para Manuel de Falla, que bebe del manantial sonoro de “soleares”, “seguiriyas”, “martinetes” y “polos” tratándolos con suprema musicalidad y maestría para crear una de las más grandes composiciones de nuestro patrimonio musical con la que transgrede el ámbito culto para fundirse en el alma popular a través de las melodías del amor dolido, el aparecido, la danza del terror, el círculo mágico, los sortilegios, la danza ritual del fuego, la canción del fuego fatuo, la pantomima, la danza del juego del amor y las campanas del amanecer, que anuncian victoriosas el triunfo de Candela sobre un fantasmagórico y turbador mundo de tiniebla y sombra.
Un andalucismo que llega a la orilla de nuestras costas atlánticas con la Orquesta de Cámara del Festival Bal y Gay dirigida por Jaume Santoja y el icono del flamenco actual, la cantaora María Toledo que tras obtener destacados premios, cuatro nominaciones a los Latin Grammy y actuar en escenarios como el Konzerthaus de Berlín, el Barbican de Londres, la Ópera de Florencia o el Glasgow City Halls llega esta vez al auditorio de Burela, en la Mariña Central y dentro de la interesante y exitosa programación que presenta la VIII Edición del Festival Bal y Gay para hacernos revivir una vez más la música inmortal del “Amor Brujo”.