La Policía Local de Ferrol intervino el pasado fin de semana en un piso de la calle de la Tierra para abortar una fiesta en la que participaban numerosas personas.
Fueron llamadas de los vecinos, incluso de otros edificios, las que alertaron que el ruido y la música que se escuchaba impedían el descanso. Eran alrededor de las tres y media de la madrugada. Al llegar, los agentes enviados al lugar comprobaron que el sonido procedente de un primer piso se escuchaba perfectamente en la calle. Después de varias llamadas al portero electrónico, alguna de las cuáles fue respondida con la frase «aquí no pedimos nada» consiguieron que los ocupantes de la vivienda abriesen
Ya en la puerta del piso, fueron recibidos por un hombre que manifestó ser uno de los inquilinos y el organizador de la fiesta. Los agentes le indicaron que todas las personas del interior tenían que ser identificadas y que la celebración debía finalizar. El hombre se trasladó entonces a una estancia y volvió acompañado de otros seis, todos ellos desprovistos de mascarillas de protección.
Insistió en que eran los únicos ocupantes del piso pero los agentes le explicaron que eran conscientes de la presencia de más personas, ya que habían podido ver un grupo mayor a través de las ventanas. El inquilino se negó en repetidas ocasiones a que los policías pudieran acceder al interior del inmueble para comprobar lo que manifestaba. Por ese motivo los agentes decidieron esperar en la calle a que los ocupantes abandonasen la vivienda.
A las cuatro de la mañana salieron del portal dos mujeres y otro hombre. Éste mostró actitud irrespetuosa y de desprecio a los agentes al tiempo que trataba de alejarse del lugar. Uno de los identificados anteriormente bajó a continuación y, en similar actitud, menospreció a los funcionarios policiales indicando que él y sus acompañantes eran «gente muy estudiada, muy preparada y con mucho mundo» y que no sabían el tipo de estudios que tenían los agentes. A las 4.50 horas bajaron dos hombres más, y ya a las 5.00 horas dos mujeres y dos hombres. Todos fueron identificados.
En total, contra estas 16 personas, todas ellas con edades comprendidas entre los 29 y los 22 años, se tramitaron 24 denuncias, 20 de las cuales se refieren a infracciones leves de la Ley de Sanidad de Galicia por incumplir la prohibición de reunirse personas no convivientes en un domicilio particular. En este caso, las sanciones tienen un importe de hasta 601 euros.
Otras dos de las citadas denuncias, por infringir la misma ley, fueron por infracciones de carácter grave, sancionadas con importes de 3.005 a 6.010 euros, siempre y cuando no surja ningún brote o contagio por covid relacionado con la celebración de la fiesta.
Finalmente, en dos de los casos, a mayores de las denuncias por cuestiones sanitarias, se unieron propuestas de sanción por sendas infracciones graves de la Ley Orgánica de Seguridad Ciudadana, multadas con importes desde 601 hasta 30.000 euros.