«Jauría Humana»

José Manuel Otero Lastres

No es fácil escribir sobre la muerte del joven Samuel Luiz que tuvo lugar durante la madrugada del pasado viernes en las cercanías de la playa de Riazor de La Coruña. Y es que cuando se lee la descripción de los hechos es imposible no sentir la más profunda repugnancia contra la jauría de los autores que patearon en el suelo hasta la muerte al joven Samuel.

Casi todos ustedes conocerán la película “La jauría humana” dirigida en 1966 por Artur Penn e interpretada, entre otros, por Marlon Brando. La acción tiene lugar en un pueblo del sur de los Estados Unidos, cuando regresa un prófugo de la justicia condenado injustamente y se desata el caos. Marlon Brando que interpreta el papel del shérif tiene que proteger al prófugo de la violencia tumultuaria de una jauría integrada por los habitantes más siniestros y miserables del pueblo.

El luctuoso suceso de La Coruña solo coincide con la película en que intervino una jauría que me resisto a llamarla “humana”. Fue un conjunto de seres viles, cobardes, abusones y abyectos en grado sumo, los que se ensañaron con Samuel hasta quitarle la vida.

Nada, absolutamente nada, podía justificar la violenta, furiosa e iracunda actuación de la vil, rastrera y mezquina jauría que atacó a Samuel. Estoy seguro de que sujetos con esa calaña no han tenido ni un ápice de arrepentimiento por tan despreciable acción.

Y lo malo es que todo parece apuntar a que Samuel era un chico noble y solidario que dedicaba parte de su vida a los demás trabajando como auxiliar de enfermería en la Institución Padre Rubinos que tanto bien hace por la ciudadanía necesitada. Por eso, en ningún caso como en éste, deseo que caiga todo el peso de la Justicia sobre todos y cada uno de los cobardes que mataron a Samuel.

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