La fragata «Juan de Borbón» (F-102), al mando del Capitán de Fragata José María Almira García, zarpó sobre las doce de la mañana de este miércoles, día 7, del Arsenal Militar de Ferrol hacia la Base Naval de Rota para realizar la Certificación Operativa, unos ejercicios que tienen como objetivo certificar que el buque dispone del nivel de alistamiento adecuado para cumplir las misiones que se le pueden encomendar durante el periodo en el que la fragata se encontrará en alta disponibilidad.
Esta certificación, que se realiza mediante una comprobación exhaustiva del rendimiento de los sistemas y del adiestramiento de la dotación, se desarrollará en aguas del Golfo de Cádiz hasta el próximo día 30 y será dirigida por el Centro de Valoración y Apoyo a la Calificación Operativa de la Armada-CEVACO.
Tras la inspección inicial, en la que se comprueba que el buque se encuentra en condiciones para comenzar el proceso de obtención de la certificación, comienza la fase de ejecución. Durante ésta, el buque se ejercita en escenarios de dificultad acorde con el nivel de alistamiento que se le va a exigir.
LA FRAGATA «ALMIRANTE JUAN DE BORBÓN»
La “Almirante Juan de Borbón” (F-102) es una fragata de la Armada Española botada en los astilleros de Izar (actualmente Navantia) en Ferrol y en activo desde 2002, que originalmente iba a recibir el nombre «Roger de Lauria», pero que finalmente se decidió darle el nombre de «Juan de Borbón» en honor al abuelo del actual Rey.
Como el resto de su clase, fue desarrollada en los astilleros Izar (Ferrol) con un coste de 600 millones de €.
Al igual que las demás fragatas F-100 clase Álvaro de Bazán, son los primeros buques de guerra europeos que cuentan con el sistema de combate Aegis, de origen estadounidense, y un radar capaz de detectar movimientos de aeronaves en un radio de 600 kilómetros, que les permite actuar en igualdad de condiciones con las más modernas unidades de la Marina de Estados Unidos y participar en el desarrollo del escudo antimisiles. Tiene capacidad para detectar y seguir hasta 90 blancos móviles y dirigir los proyectiles antiaéreos y de superficie.
Son los primeros buques españoles con casco de protección balística de acero de alta resistencia. Completa su protección con motores montados sobre piezas elásticas, que no transmiten ruido al casco, por lo que son más difícilmente detectables por submarinos. Durante la fase de desarrollo, se puso especial énfasis en el diseño de las formas del buque con el objetivo de minimizar su «eco» de radar. Las F-100 están equipadas también con sistemas de contramedidas y guerra electrónica Indra Aldebarán, de diseño y fabricación española, y un sistema acústico antitorpedos AN/SLQ-25A Nixie.
Dispone de dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque AGM-84 Harpoon; dos lanzadores dobles de torpedos Mk-46; un cañón tipo Mk-45 de cinco pulgadas con capacidad de disparo de 20 proyectiles por minuto y 23 km de alcance; y un lanzador vertical Mk-41 con 48 celdas; cuatro lanzachaff que emiten señuelos para confundir a los misiles enemigos, y un helicóptero SH-60B Seahawk, preparado para la lucha antisubmarina y antisuperficie.