El trabajo «Taxa de sudoración e factores ambientais en regatistas xuvenís de clase ILCA (International Laser Class Association)» fue premiado a nivel nacional en la categorías de Estudios Clínicos de especial Calidad por la Sociedad Española de Medicina del Deporte ( SEMED), en los galardones que otorga cada año a las mejores publicaciones en su revista Archivos de Medicina del Deporte. El coordinador y promotor de este trabajo es el facultativo del Servicio de Urgencias Pediátricas del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, Guillermo Lorenzo González, que trabajó durante tres años en la configuración del estudio, recogida de datos y seguimiento de la actividad de vera de 9 regatistas juveniles, jóvenes con edades entre 14 y 18 años adscritos a un programa de alto rendimiento del Real Club Náutico de A Coruña ( RCNC).
Colaboraron con él en esta investigación, Jano Toro Prieto-Puga, entrenador del Equipo Olímpico de Vela, clasificado para los Juegos Olímpicos de Vela de Tokio 2021; Teresa Seoane Pillado, del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña; y Emiliano Fernández Windscheid, cardiólogo en el CHUF en el momento de elaboración del trabajo. Se contó además con el asesoramiento del Campeón de Vela en Barcelona 92, el catalán José María Van diere Ploeg; así como el meteorólogo del equipo español en las tres últimas participaciones de España en la Copa del América de Vela, Maximino Casares.
La mejor nutrición, mejores resultados
Los autores partían de la base de que algunos estudios han reportado diferencias en la tasa de sudoración en regatistas de clase ILCA bajo condiciones ambientales extremas. En este caso, se quiso establecer una tasa estándar pero en condiciones no extremas con el objetivo de incorporar así una idónea reposición de líquidos tanto para los entrenamientos como para la competición. Se analizó también la hipotética relación entre esos estándares y los factores ambientales. En este trabajo, se consideraban estos últimos no solo como variables independientes sino como una única variable compleja, conocida habitualmente como “sensación térmica”, que integra la humedad relativa, la intensidad del viento y la temperatura ambiental.
Los estudios previos mostraban que la deshidratación leve o pérdida de agua corporal, para valores a partir del 1 o el 2%, se traduce en un detrimento del rendimiento cognitivo y muscular de un 10% aproximadamente. Este trabajo mostró y cuantificó la realidad de esa deshidratación durante los entrenamientos y competiciones en deportistas de vela ligera. Una de las aportaciones fue a poder concretar también que más que un único factor ambiental son un cúmulo de factores, que se incluyen en la mencionada sensación térmica, los que determinan el grado de hidratación necesaria para mantener el rendimiento físico en regata.
Participaron en este estudio descriptivo y prospectivo nueve regatistas juveniles de un programa de alto rendimiento deportivo que fueron monitorizados durante un año de sesiones de entrenamiento y competición, incluyendo tanto regatas nacionales como internacionales. Se registraron los cambios en la masa corporal y las variaciones en su porcentaje, y se instaba a ingerir comida y bebida a voluntad propia. También se registraron datos relativos a la temperatura ambiente, intensidad y velocidad de la racha de viento así como la humedad relativa.
“La deshidratación influye en el rendimiento, y es acumulativa. Si un deportista entrena o compite durante varios días consecutivos con una hidratación y nutrición deficitarias, el déficit no se recupera e influye negativamente, de forma progresiva, sobre el rendimiento físico”, expone Guillermo Lorenzo. Así, los resultados reflejaron que una mayor ingestión diaria de líquidos y sólidos bajo condiciones de “frío ambiental” es necesaria para mantener el peso ideal y mejorar el rendimiento, especialmente durante la competición. Además, en su experiencia, se comprobó que los deportistas que mejor se adherían las pautas de hidratación propuestas mejoraban los resultados de la competición. Las conclusiones de este estudio fueron aplicadas en la preparación del equipo español olímpico de vela que participará en las Olimpiadas de Tokio 2021.
Mejorar la salud y la calidad en el deporte
Guillermo Lorenzo es coordinador del Grupo de Atención a Infancia de la Asociación Gallega de Medicina Familiar y Comunitaria y Experto en Nutrición y Farmacología deportivas. Considera que, tradicionalmente, la Medicina Deportiva siempre se aplicó a deportes “mayoritarios” o a deportes de “resistencia extrema”, y fundamentalmente en el ámbito del deporte tradicional. Este tipo de trabajos, en los que participan personas más nuevas, puede ser una “oportunidad de hacerles ver la importancia de la hidratación y la nutrición en la eficacia y rendimiento deportiva y, paralelamente, en su salud en general”, de manera que formaría parte de su educación y formación personal.
Por otra parte, es la primera vez que se concede un premio a nivel nacional a un estudio dedicado a la medicina deportiva aplicada a la vela. “Galicia es una potencia a nivel de remo y vela”, afirma este facultativo, y se trata de “incorporar la medicina la estas disciplinas para que el deporte evolucione. Conocer estos datos implica aportar mayor calidad a la actividad deportiva”, enfatiza Guillermo Lorenzo.
El meteorólogo por cierto maximino Casares también de origen ferrolano