En la mañana de este jueves se ha celebrado un juicio por reclamación ante una suspensión de empleo y sueldo de seis días a un empleado de la empresa Servicios Sanitarios del Cantábrico, por darle un golpe fortuito a otra de las furgonetas de transporte sanitario que estaba estacionada al lado de la que él estaba conduciendo, en la base.
Antes de comenzar el juicio, al no haberse llegado a un acuerdo previo, se celebró una concentración de delegados de la CIG y compañeros del trabajador para denunciar esta situación y solidarizarse con el empleado.El juicio quedó visto para sentencia.
Desde el sindicato CIG se estima que la imposición de esta sanción es una venganza tras haber sido este operario durante ocho años delegado sindical.