Comienza la rehabilitación de la torre de la batería baja del Castillo de San Felipe

El Concello de Ferrol viene de iniciar los trabajos de rehabilitación de la torre del siglo XIX de la batería baja del Castillo de San Felipe (Bien de Interés Cultural, máxima categoría de protección del patrimonio cultural) para usos expositivos. Las concejalas de Patrimonio Histórico, Eva Martínez Montero, y la de Promoción Económica, María Teresa Deus, junto con los responsables de la empresa adjudicataria, acudieron a la fortaleza esta misma semana para proceder a la firma de replanteo e interesarse por el programa que seguirá la ejecución del proyecto que, además de la propia rehabilitación, incluye su adaptación y acondicionamiento para su nuevo uso expositivo así como el diseño del contenido de las dos muestras que albergarán las dos plantas de la torre.

La intervención forma parte del programa Interreg Espacio Atlántico 2014 2020 para el proyecto MMIAH, un plan europeo liderazgo por la ciudad de Ferrol e integrado por otras ocho ciudades —Cádiz, Ílhavo (Portugal), Plymouth y Liverpool (Inglaterra), Caen y La Rochelle (Francia), Limerick y Cork (Irlanda)— que busca poner en valor el litoral urbano del espacio atlántico a través de la recuperación de bienes en desuso asociados al patrimonio militar, marítimo e industrial de las ciudades costeras, facilitar su uso social y generar actividades de valor añadido con el fin de promover el turismo cultural como factor de sostenibilidad económica. La rehabilitación de la torre del siglo XIX es una iniciativa conjunta de las concejalías de Promoción Económica y de Patrimonio Histórico.

El proyecto fue adjudicado por 86.301 euros (IVA incluido) y contempla en primer lugar limpiar y actuar sobre la cubierta, fachadas y bóvedas. Se limpiará la torre y se demolerán todos aquellos elementos discordantes con ella. Se picarán los encintados de cemento en las fachadas, se demolerán las fábricas de ladrillo y también los bloques que tapian los huecos. También se limpiará el interior de las dos salas de la torre y se picará el revoco de la bóveda de la planta baja con el fin de dejar las bóvedas de ambas plantas con el ladrillo macizo a la vista. Se ejecutará una nueva cubierta, que mejorará las condiciones de estanquidad en la torre para evitar la entrada de agua, y se colocará carpintería como referencia a las cureñas de las antiguas piezas de artillería del siglo XVIII. El proyecto, que recoge también la instalación eléctrica y la dotación de elementos de lucha contra incendios, incluye una cristalera en su fachada hacia la ciudad que permitirá tener una perspectiva “espectacular”, apuntó Montero.