(La Voz de Cádiz-Javier Rodríguez)-La adjudicación de la obra del séptimo Buque de Acción Marítima (BAM) para apoyo a submarinos de la Armada está prevista para el segundo semestre de este año. El Ministerio de Defensa ha confirmado que el calendario que maneja para arrancar la obra de este buque en el astillero de Puerto Real sitúa al proyecto justo a la vuelta del verano, lo que significa que el corte de chapa tendría lugar en otoño. De esta forma, el Ministerio avanza nuevos datos sobre el futuro de esta obra naval, clave para garantizar la carga de trabajo del astillero puertorrealeño.
El Gobierno de España confirmó el pasado julio la construcción del séptimo BAM, la tercera unidad de la segunda serie, y ha reservado para ello una partida de 53,4 millones de euros en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2021. La inversión asciende a 167 millones de euros, que se pagarán en cuatro anualidades.
La confirmación oficial de este nuevo programa naval en julio dio pie a una primera conjetura sobre el inicio de su obra. Así, en noviembre del pasado año, en un encuentro con los medios de comunicación, el entonces Almirante Jefe Mayor de la Armada (AJEMA) y ahora Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Teodoro López Calderón, indicó que se esperaba su inicio en el primer trimestre del año. Defensa tiene previsto que el nuevo buque entre en servicio en 2024.
El futuro BAM-IS, deberá dar cobertura a la nueva familia de submarinos S-80, que Navantia fabrica en el astillero de Cartagena, que acumula retraso y que la Armada espera ahora que le entreguen en 2023 una vez reconducido del proyecto.
La construcción del nuevo BAM se anunció el pasado julio y solo resta ahora su adjudicación. El Ministerio de Hacienda autorizó por fin el gasto de 167 millones de euros para la construcción de un Buque de Acción Marítima de Intervención Subacuática (BAM-IS) para la Armada Española en el astillero de Navantia de Puerto Real. Su construcción supondrá 1,3 millones de horas de trabajo durante tres años y medio en el astillero gaditano y generará 1.115 empleos anuales, entre directos, indirectos e inducidos.
Prioridades de la Armada
La Armada fijó el pasado año una serie de prioridades ante la obsolecencia que va sumando su flota. El mando de la Armada enumeró entonces las prioridades de la institución, entre las que destacaban la sustitución de las fragatas de la clase ‘Santa María’ (F-80) por las F-110 o los Buques de Acción Marítima (BAM), con especial atención al de investigación subacuática. Una de esas prioridades es la de cumplir con el programa de las modernas fragatas F-110. Se trata de un plan de renovación muy importante, ya que permitirá sustituir a las F-80, con base en Rota, que ya han superado la mitad de su vida útil.
Se da la circunstancia de que el proyecto del séptimo BAM de apoyo a submarinos lo redactó el anterior gobierno del PP y lo anunció la entonces ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, que reservó un pellizco en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2018, el mismo año en que triunfó la moción de censura del PSOE contra Rajoy. La construcción del séptimo BAM quedó entonces aparcada por el nuevo gobierno de Pedro Sánchez.
La Armada Española anunció sus necesidades en materia logística en 2016 con el PP y, entre ellas, incluyó la adquisición de un Buque de Acción Marítima (BAM) para apoyo a submarinos. Sería el séptimo buque.
Cabe recordar, que el Gobierno del PP autorizó en diciembre de 2014 la puesta en marcha de una nueva partida de los BAM, que tenía como objetivo renovar la flota de patrulleros y dar así continuidad a las cuatro unidades que se construyeron durante la etapa socialista de Rodríguez Zapatero. De esta forma, se autorizó la construcción en San Fernando del BAM ‘Audaz’, y el ‘Furor’, en las instalaciones de Ferrol. Quedaba pendiente, por tanto, el séptimo y Cospedal lo ratificó en noviembre de 2017.
Este nuevo BAM es completamente diferente a los cuatro de la primera fase que ya están en servicio y a los dos últimos de la segunda fase, que también están operativos. Según las especificaciones que presentó en su momento la Armada, el nuevo BAM tiene un carácter logístico y de apoyo a los submarinos de la serie S-80, cuya primera unidad entrará en funcionamiento en el horizonte de 2022-2023. El relevo de los actuales submarinos de la clase ‘Galerna’ se hará efectivo a partir de que entre en servicio el primer S-80. Será entonces cuando la Armada tenga operativo este nuevo BAM de Intervención Subacuática.
Los seis Barcos de Acción Marítima (BAM) que ha construido Navantia para la Armada en los últimos diez años son patrulleros de altura, mientras que el nuevo buque que se anuncia ahora tiene unas características más amplias para prestar apoyo a la flota de submarinos.
La historia de los BAM arranca con la llegada del PSOE al poder. El Gobierno de Zapatero dio luz verde en 2005 a la primera fase. La Armada iniciaba así un ambicioso proyecto para incorporar a su flota una sofisticada red de patrulleros destinados a la protección y control del tráfico marítimo. La previsión inicial incluía 16 unidades. El gobierno socialista sacó adelante la primera fase. Navantia inició en julio de 2006 la construcción del primer encargo en el astillero de San Fernando, lo que significó más de tres millones de horas de trabajo.
Entre 2006 y 2012 se construyeron en la Bahía de Cádiz las unidades ‘Meteoro’, ‘Rayo’, ‘Relámpago’ y ‘Tornado’. En 2010, la entonces ministra de Defensa, la socialista Carme Chacón, puso en marcha la segunda fase de los BAM y anunció su contratación, aunque inicialmente no contó con financiación. La crisis obligó al PP a aparcar esta inversión y a retomarla en 2014, cuando adjudicó a Navantia la construcción de otras dos unidades, el ‘Audaz’ y el ‘Furor’. De hecho, el ‘Audaz’ fue botado el 30 de marzo de 2017 en San Fernando y actuó de madrina la ministra de Defensa, Dolores de Cospedal.