Tras más de 2000 millas navegadas repartidas en 13 singladuras, el “Atalaya” ha regresado a su puerto base en Ferrol durante la mañana del domingo, día 15 de noviembre. Durante su navegación, el buque realizó, entre otras actividades, presencia en aguas de jurisdicción nacional y caladeros nacionales, así como protección del patrimonio arqueológico sumergido y control de la pesca en aguas españolas, todo ello en coordinación con el Centro de Operaciones y Vigilancia Marítima.
Finalmente, aprovechando el paso por las Rías Bajas, el «Atalaya» colaboró con la Escuela Naval Militar participando en diversos ejercicios con las lanchas de instrucción durante la semana I+A (Instrucción y Adiestramiento) de los alumnos.
A pesar de las dificultades implícitas debido a la crisis del COVID-19, la Armada continúa trabajando de manera constante para garantizar la seguridad y protección de los espacios marítimos de interés nacional dentro de la acción del Estado en la mar, ya sea en operaciones en el exterior o, como en el caso del “Atalaya”, patrullando aguas nacionales.
Acerca del patrullero de altura “Atalaya”
El patrullero de Altura “Atalaya” es una de las unidades de vigilancia de la Fuerza de Acción Marítima de la Armada. Sus principales misiones en la actualidad comprenden, entre otras, la vigilancia marítima de las costas españolas y de su Zona Económica Exclusiva, la protección de líneas de tráfico marítimo y de infraestructuras críticas y la contribución a las actividades contra el terrorismo y tráficos ilícitos por vía marítima.
Además de las misiones habituales encomendadas a este tipo de buques, durante el segundo semestre del pasado año el “Atalaya” realizó el Despliegue Africano en las costas del Golfo de Guinea y África Occidental durante cuatro meses.
El “Atalaya”, al mando del Capitán de Corbeta Valentín Calvar Cerecedo, es el cuarto de su serie, está adscrito al Mando de Acción Marítima de Ferrol (MARFER) y tiene su base en el arsenal militar de Ferrol.