El delegado de la Xunta en A Coruña, Gonzalo Trenor, acompañado por el parlamentario gallego y portavoz municipal del PP, José Manuel Rey Varela, visitó
en la mañana de este jueves el santuario de Nuestra Señora de las Angustias en la que la Xunta llevará a cabo las obras de restauración para resolver los problemas de humedades que afectan al inmueble.Estuvo acompañado por el hermano mayor de la Cofradía de las Angustias, propietaria de la iglesia, José Ramón Cancelo Vigo, y otros miembros de la Hermandad.
La Xunta sacó la licitación de una intervención que compromete más de 132.000 euros para resolver las patologías de este monumento. Cuando se adjudique la obra el plazo de ejecución es de 12 meses.¡
Gonzalo Trenor destacó que “este edificio es sede de la Cofradía de las Angustias y un
importante espacio eclesiástico en la celebración de la Semana Santa ferrolana, declarada de Interés Turístico Internacional”.
En la actualidad, existen problemas de humedad en diversas zonas del inmueble derivadas de la entrada de agua a través de distintos puntos de los paramentos exteriores e interiores. Para su solución está previsto la construcción de una cámara bufa, la impermeabilización de puntos críticos, la renovación de los revocos con mortero de cal, el relevo puntual de la cubierta de teja, así como diversos tratamientos de limpieza, consolidación y pintado del monumento.
Para poder desarrollar los trabajos necesarios, la Xunta de Galicia y la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol firmaron un convenio de colaboración para la puesta a disposición de los terrenos e inmuebles necesarios para la ejecución de las actuaciones en el monumento.
Singular bien ferrolano
El Santuario de Nuestra Señora de las Angustias fue construido por la cofradía homónima a finales del siglo XVIII y es un bien catalogado incluido en el planeamiento de Ferrol. El inmueble y su entorno inmediato también se encuentran en el ámbito de protección del Camino Inglés. En su interior alberga una talla que es objeto de veneración la Virgen de las Angustias, que porta al hijo en brazos.
Se trata de una edificación caracterizada por su sobriedad y líneas simples. Tiene una
planta rectangular de gran profundidad, con una capilla mayor estrecha que posee un retablo detrás del cual se encuentra la sacristía, a la que se accede por dos puertas. Cuenta con un ancho espacio dividido en tres tramos de diferente anchura y longitud. Las cubiertas tienen bóvedas con lunetos bajo los que se abren óculos de iluminación.
El tramo de entrada, de mayor amplitud, está destacado en planta; el segundo es algo menor y ligeramente más estrecho; finalmente, el tercero, de transición a la capilla mayor, experimenta un suave estrechamiento inferior que, no obstante, no afecta en modo alguno la recta continuidad del muro perimetral.