La alegría reina en torno a los miembros del Club Rugby Ferrol y sus aficionados.
Han conseguido el ansiado ascenso a División de Honor B para la temporada que
comienza en el presente mes, tras ser admitida la cesión de la plaza que ocupaba el Club de Rugby de Vigo a favor de los ferrolanos.
Lo que en principio se puede entender como “un regalo de buena voluntad” entre dos clubs amigos, en realidad constituye el último capítulo que culmina un proyecto encaminado a este fin. No en vano el equipo ferrolano finalizó la competición el año pasado como campeón gallego indiscutible de la liga autonómica, lo que lo capacitaba para jugar directamente los playoffs.
Los partidos de ascenso estaban programados para ser jugados el 17 de Octubre en
Burgos en unos cruces ante los conjuntos de los navarros La Única RT y de los palentinos del Palencia RC. Pero en medio de todos los preparativos y entrenamientos, el equipo vigués tomó la determinación de no competir en el año actual, ante diferentes dificultades a las que se enfrentaba agravadas todavía más por la situación actual frente a la COVID19. En un alarde de honestidad y generosidad, comunicó este hecho al equipo ferrolano a sabiendas del interés que tenía éste en el ascenso, y sus inmejorables resultados de la temporada pasada. Así la directiva del CR Ferrol, trasladó la solicitud por los cauces administrativos necesarios a la Federación Española de Rugby, la cual en dictamen del acta del Comité de Disciplina Deportiva del 7 de Octubre determinó la viabilidad de la operación, admitiendo de este modo la entrada en División de Honor B de los de Ferrol en lugar del equipo de la ciudad olívica.
Si bien este hecho se produce por un trámite administrativo que asegura y agiliza el
ascenso, supone un reconocimiento al trabajo realizado por el club durante los últimos
años, popularizando el deporte del Rugby en toda la comarca ferrolana. Los resultados de las últimas temporadas (donde por dos veces consecutivas acarició el ascenso siendo eliminado por tanteos muy igualados ante sus rivales) y el indiscutible primer puesto en la liga autonómica lo reflejan.
Además del mérito reconocido al equipo senior, el Club Rugby Ferrol medró en fichas y jugadores, teniendo representantes en equipos sub18, sub16, sub14 y una gran
cantidad de niños y niñas aglutinados en torno a lo que ellos denominan “la escuelita”, en donde aprenden la destreza necesaria para jugar, y lo que ellos entienden como más importante para formar futuros jugadores: la disciplina y la filosofía inherente al deporte del oval.
Todo esto supone una suma de retos y metas alcanzadas, que desde hace 12 años se propuso la directiva actual presidida por Cristóbal Dobarro, en camino hacia el mayor grado de profesionalización del club que se pueda alcanzar. En palabras de los más antiguos miembros de la directiva “constituye un gran día para todos (…) y ver como entre los jugadores del equipo senior ascendido hay niños de aquella escuela inicial, es la máxima expresión de satisfacción y cubre con creces los esfuerzos y trabajos realizados a lo largo de esta década”.
Hechos como la incorporación del entrenador argentino Juan Pablo Chorny supuso
un revulsivo que orientó todos los esfuerzos hacia ese fin. No en vano, en Argentina, el deporte del rugby goza de muy buena salud y está altamente profesionalizado, con gran cantidad de jugadores en las ligas europeas.
Pero para el conjunto ferrolano, este no es el fin señalan que “tenemos que seguir trabajando para afianzarnos, hacer crecer y madurar más al club, hasta que consigamos que el rugby sea un distintivo de la comarca y ciudad ferrolana”.