La covid-19 está provocando en el conjunto del sistema portuario español un agujero equivalente a una novena parte de su volumen total de negocio. Además, la dársena exterior de Caneliñas ha perdido el que era el principal de sus tráficos regulares, el de carbón, que en 2019 le había reportado 2.154.979 toneladas y en 2018, otras 4.730.790. A pesar de estas circunstancias adversas, la Autoridad Portuaria de Ferrol-San Cibrao ya roza los ocho millones de toneladas de mercancías movidas en sus instalaciones en lo que va de 2020, un registro que la consolida entre las cuatro primeras de la fachada noratlántica-cantábrica, junto a las de Bilbao, Gijón y A Coruña.
Según datos todavía provisionales, las empresas que operan en los muelles de Ferrol y San Cibrao manejaron entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año 7.811.071 toneladas de materias primas, materiales y productos, frente a las 8.865.162 contabilizadas en iguales fechas de 2019. Es decir, al cierre del tercer trimestre el balance general del ejercicio se sitúa en los 11,9 puntos porcentuales negativos, cuando a la conclusión del segundo estaba en el -15 % y al final del primero en el -32 %.
Mientras el tránsito de graneles sólidos cae un 24,1 %, el de líquidos avanza un 40,3. El de mercancía general, entretanto, mengua un 6,4 %.
Descontado el efecto del cese de las importaciones de carbón, en las instalaciones de la Autoridad Portuaria la actividad está aumentando un 16,4 % este año: 1.100.888 toneladas más que a las mismas alturas de 2019. O sea, el resto de tráficos está evolucionando de una manera muy positiva.
La bauxita lidera el ránking de mercancías del período enero-septiembre de 2020, seguida por el gas natural licuado. La clasificación la completan en sus puestos altos la alúmina, el fueloil, los aceites, la sosa cáustica, la madera, la chatarra, el biodiésel y el acero.
Entre los grandes tráficos, en términos relativos sobresalen las evoluciones del fueloil y del GNL, con repuntes del 64,1 y el 56,3 %, respectivamente. Destacan asimismo las subidas de la bauxita (16,9 %), la sosa cáustica (16,4 %), los aceites (10,7 %) y el biodiésel (10 %).
En el resto del desglose de la estiba y desestiba merecen mención destacada también los movimientos de contenedores, con un avance del 21,47 % si se mide en toneladas (de 70.933 a 86.164) y del 40,6 % si se estima en TEUs (de 6.021 a 8.464). En esto subyace la entrada en operación de la nueva línea regular de portacontenedores entre Caneliñas y el oeste de Inglaterra, Irlanda y Escocia, inaugurada en junio por Containerships. Dicho servicio se ha unido a la ruta que desde 2018 ofrece conexiones con la británica Tilbury, Róterdam (Países Bajos), Alemania, Dinamarca, Finlandia, Polonia, Suecia, Noruega, Rusia y los países bálticos, también desde la terminal que explota Yilport Ferrol en régimen de concesión.
“Dijimos a mediados de año que el panorama para los meses siguientes vendría determinado por la incertidumbre que genera la crisis de la covid-19 y, sobre todo en nuestro caso, por la evolución de la industria electrointensiva. Ambas continúan siendo amenazas en estos momentos”, ha valorado el presidente de la Autoridad Portuaria, José Manuel Vilariño, quien también ha destacado cómo la apuesta por la diversificación de tráficos está permitiendo mitigar el cese de las importaciones de carbón y así cumplir los objetivos fijados en el plan de empresa de la institución para 2020.