Prevista la visita de la reina Isabel II al Arsenal Militar, la Armada de encargó de decorar las dependencias militares, colocando una arcada adornada con varios juegos de anclas en el interior de la Puerta del Dique y levantando varios pabellones dotados de palcos en el Arsenal y Astillero, mientras preparaba la exposición de diversas piezas elaboradas en los talleres ferrolanos.
El día 2 de septiembre de 1858 , segundo día de estancia en Ferrol, la familia real embarcó en la Falúa Real para presenciar en las gradas del Apostolado la botadura de la goleta “Diana”, visitando a continuación las instalaciones del Astillero y comiendo en el interior de la amplia Sala de Gálibos, para regresar seguidamente a su alojamiento de Capitanía General.
Por la tarde, los Reyes de España, rompiendo el protocolo, recorrieron en calesa las calles y plazas de la ciudad, parándose en diferentes lugares, siempre rodeados de una numerosa concurrencia de vecinos. Por la noche, una vez encendida la iluminación de gala en Capitanía General, tuvieron que salir a saludar desde el balcón en varias ocasiones.
LAS ÚLTIMAS JORNADAS DE LA FAMILIA REAL
El día 3 de septiembre la familia real realizó una nueva visita al Arsenal del Dique, visitando los talleres de maestranza y la factoría de máquinas de vapor, asistiendo a la botadura de la corbeta de propulsión mixta “Narváez”. Por la noche asistieron a un concurrido espectáculo que incluía un simulacro de combate naval y una suelta de globos aerostáticos.
El siguiente día 4 los representantes del consistorio municipal fueron recibidos por la reina Isabel II, solicitando para Ferrol la concesión para Ferrol del título de ciudad. En su exposición, que reproduce Montero Aróstegui en su Historia de Ferrol, se apoyan en la importancia de sus instalaciones navales, la larga historia de la urbe y el hecho de ser una de las principales poblaciones de Galicia. El 5 de septiembre, tras asistir a una función religiosa en la iglesia de San Julián, la comitiva real se trasladó a La Coruña a bordo de la fragata “Petronila”.
LOS POETAS DE FERROL Y LA VISITA REAL
Fueron numerosos los poetas ferrolanos que saludaron con sus versos en gallego y castellano la presencia de la reina Isabel II en Ferrol. Este fue el caso de las composiciones de Víctor Marín (A S.M. la Reina), Romualdo Casal (Norabóa), Quintín García y Calvo (Sonetos a S.M. la Reina y a S.A.R. Dª María Isabel Francisca), Francisco Jesús Calvo (A Sus Majestades en Ferrol), Joaquín Guerrero (El pueblo ferrolano), Jesús Gayoso (A la visita de la Reina Isabel II) y Leandro de Saralegui (Ferrol a su augusta Reina).
Una de las composiciones más conocidas, obra de Santiago Montenegro editada por la imprenta Taxonera, fue la titulada “A la entrada de S.M. la Reina Doña Isabel II en Ferrol”:
Estos versos de bienvenida a la Reina y la Familia Real por parte de los poetas ferrolanos fueron posteriormente publicados en el Album de Caridad, editado con motivo de los Juegos Florales celebrados el año 1861 en La Coruña.
EL RECUERDO DE LA VISITA DE ISABEL II
Como recuerdo de la visita realizada por la reina Isabel II se colocó una placa en la parte alta de la Puerta del Parque del Arsenal de Ferrol, situada debajo del escudo con las armas reales de Felipe V, procedente de la portada del antiguo Arsenal de la Graña, desde donde vino trasladada. La placa muestra una leyenda que indica que durante los primeros cinco días de septiembre de 1858 visitó Ferrol y su arsenal la reina Doña Isabel y la real familia.
LA CONCESIÓN A FERROL DEL TÍTULO DE CIUDAD
La Reina concedió su beneplácito y acogió con interés la petición de concesión del título de ciudad para Ferrol, prometiendo apoyarla en lo que fuese posible. Así lo hizo y pronto se materializó esta petición. El 13 de octubre del mismo año 1858 Isabel II firmó un Real Decreto concediendo a Ferrol el título de Ciudad y el tratamiento de Señoría Ilustrísima a su Ayuntamiento. El siguiente 19 de octubre un Bando Municipal, firmado por el alcalde Ramón de Ocampo, informaba a la ciudadanía de esta concesión.
EL COMPORTAMIENTO POSTERIOR DE LA CIUDAD DE FERROL
Aunque la visita real significó un reconocimiento histórico de la urbe y la concesión del título de ciudad, con el correspondiente despegue económico de la población, los acontecimientos políticos posteriores en los que tomó parte Ferrol significaron un deterioro evidente de la imagen de la Corona en la ciudad.
Este fue el caso de la participación de Ferrol en la sublevación militar de septiembre de 1868, la conocida como la Revolución Gloriosa, que destronó y condenó al exilio a Isabel II, siendo precisamente Ferrol una de las primeras ciudades que se unió a esta rebelión.
Posteriormente, en octubre de 1872, el Arsenal de Ferrol fue el lugar donde se llevó a cabo un levantamiento republicano, que resultó fallido, dirigido por el brigadier catalán Bartolomé Pozas, que fue abortado por las tropas enviadas por el entonces Capitán General de Galicia Sánchez Bregua.