Día de fiesta y alegría en la iglesia diocesana de Mondoñedo-Ferrol al contar desde este sábado, día 29 de agosto, con un nuevo diácono, Jaime Iglesias García, ordenado en la concatedral de San Julián en una ceremonia presidida por el obispo, Ángel Luis de las Heras cmf.
Con asistencia del vicario general Antonio Rodríguez y sobre una treintena de sacerdotes así como de un buen número de fieles el acto religioso comenzó a las once de la mañana.
Proclamado el Evangelio, la Iglesia local pidió al Obispo que ordenase al candidato. El presbítero encargado le pidió que le preguntase a Jaime Iglesias, ante el pueblo, de que no tenía dudas para el desempeño del diaconado a lo que éste en presencia del Obispo y de todos los fieles, manifestó la voluntad de cumplir su ministerio, según los deseos de Cristo y de la Iglesia bajo la autoridad del Obispo.
En las letanías todos imploraron la gracia de Dios en favor del candidato mientras Jaime permanecía postrado ante el altar.
Siguió el ritual con la imposición de las manos del Obispo y la Plegaria de la Ordenación, confiriendo al candidato el don del Espíritu para su función diaconal. «Envía sobre él Señor, el Espíritu Santo, para que, fortalecido con tu gracia de los siete dones, desempeñe con fidelidad su ministerio«.
Inmediatamente después de la Plegaria de la Ordenación Jaime Iglesias se revistió con la estola diaconal y con la dalmática para que así se manifestase visiblemente el ministerio que desde ahora va a ejercer en la liturgia.
Continuó el acto con la entrega del libro de los Evangelios que indica la función diaconal de proclamar el Evangelio en las celebraciones litúrgicas y también de predicar la fe de palabra y de obra.
El ordenado ejerció por primera vez su ministerio en la liturgia eucarística asistiendo al Obispo, preparando el altar, distribuyendo la Comunión a los fieles y principalmente sirviendo el cáliz y proclamando las moniciones.
Y antes de finalizar este importante acto religioso para la iglesia diocesana el nuevo diácono pronunció unas palabras en las que «dio gracias». En primer lugar a sus padres, que se encuentran en Cuba, tierra natal de Jaime, y que podían ver la ceremonia religiosa a través de la retransmisión en directo vía streaming, «a mi madre, que la Virgen de la Caridad del Cobre la siga ayudando y proteja«, gracias a su familia en Miami y a su familia gallega. Gracias al obispo por ordenarlo y por ser un buen pastor «me he sentido guiado y acompañado»; no se olvidó de la parroquia de Caranza que lo acogió como uno más desde hace un año, y tampoco quiso olvidarse «de los que se sienten abandonados, de los que no encuentran alivio, paz y luz». Unas palabras sentidas y que fueron premiadas por los asistentes con un prolongado aplauso.
Luis Ángel de las Heras recalcó «la gran alegría en todos los rincones de la diócesis» y pidió también un aplauso para el nuevo diácono, «Jaime se lo merece». Tras impartir la bendición se dio por finalizada la ceremonia religiosa con el canto del «Salve Regina».
Jaime Iglesias García
Nacido en La Habana (Cuba) en 1988, Jaime realizó allí su descubrimiento de la
fe, concretamente en la parroquia de la Medalla Milagrosa de Guanabacoa. Con doce
años, aterrizaba en España y se integraba en la parroquia de Santa Cecilia de Ferrol.
Fue su párroco, Manuel Ladra López (qepd), quien le invitó a ingresar en el Seminario
Menor de Mondoñedo, donde estudió tres años, una etapa que, como el propio Jaime
señala, “me ayudó a ir queriendo más esta tierra, ya que como seminarista diocesano es muy importante conocer y querer la tierra en la que vives”.
Se trasladó, a continuación, a Santiago, donde realizó el bachillerato y, posteriormente, sus estudios como seminarista mayor, estudios que ha realizado en dos etapas, la segunda de ellas tras un período de varios años de vida secular (“porque en un momento de mi vida, sentí temor al ver a lo que Dios me llamaba, no me vi capaz de estar a la altura de sus designios”), tras el cual sintió la profunda necesidad interior de retomar el camino vocacional, completando sus estudios teológicos en Salamanca y Santiago.
Estos últimos años, Jaime ha compaginado la tarea formativa con la colaboración en parroquias de la Diócesis, primero en Santa María del Campo de Ribadeo y, durante este último año, en la parroquia de Santa María de Caranza de Ferrol, a la que seguirá vinculado tras su ordenación como diácono.!