La Cofradía del Cristo de la Misericordia y Dolores celebrará una procesión extraordinaria con motivo de su 75 aniversario

Fot. archivo

La Venerable, Real y Muy Ilustre Cofradía del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de los Dolores vive en este año 2020 una efeméride importante: se cumplen 75 años de la fundación de la Cofradía del Cristo de la Misericordia, considerada el antecedente directo de la hermandad tal como la conocemos hoy, aunque su historia se remonte mucho más atrás. Con ese motivo, la cofradía más popular de Ferrol por número de integrantes -más de un millar- y por número de procesiones -siete y un traslado- tiene previsto celebrar este año una procesión extraordinaria, en una fecha por determinar probablemente en el mes de septiembre. La decisión de celebrar ese desfile procesional ya se había tomado con anterioridad, pero es cierto que las actuales circunstancias hacen que cobre especial interés, ya que permitirá sacar a la calle algunos de los elementos que la cofradía tenía previsto estrenar durante esta Semana Santa.

La actual imagen del Cristo de la Misericordia, que procesiona desde 1999, iba a estrenar en esta Semana Santa unas nuevas potencias -un elemento utilizado tradicionalmente en representaciones teológicas, en forma de tres rayos que salen de la cabeza de Cristo y hacen referencia a tres cualidades del alma: memoria, entendimiento y voluntad-. Se trata de un elemento que viene a completar el conjunto después de que el pasado año se estrenase una nueva cruz arbórea con cantoneras plateadas. El artesano que hizo la orfebrería de la cruz, Antonio José Medina Vallecillo, se ocupó también de realizar las nuevas potencias.

Una de las novedades importantes de la Cofradía de Dolores es el nuevo manto procesional de su titular mariana. El pasado 7 de marzo se celebró en la concatedral de San Julián su bendición. Se trata de un manto que viene a complementar el ajuar de la imagen, no a sustituir el anterior de los años 40, que la hermandad tiene intención de restaurar. El nuevo fue elaborado en el taller “Artesanos de la Pasión” siguiendo un diseño del ferrolano Francisco de la Iglesia. Una donación anónima sufragó la valiosa prenda, en la que finalmente está bordado el escudo de Ferrol para continuar con la tradición del anterior, que lo incorporó como un símbolo de la suscripción popular que sirvió para financiarlo, amén del patronazgo que la Virgen de los Dolores ostenta sobre el comercio ferrolano.

La nueva imagen de Ntro. Padre Jesús en la Oración en el Huerto es quizá la novedad más esperada de esta Semana Santa. Es una iniciativa de los portadores de la Santa Verónica, que aprobó en su momento la Junta de Gobierno de la Hermandad y que responde a la necesidad de sustituir el grupo escultórico anterior, que data de los años 50. La crisis del coronavirus ha frustrado de momento la llegada de la nueva imagen, que permanece en el taller del imaginero sevillano Fernando Murciano Abad lista para ser trasladada a Ferrol. El próximo año se realizará, en el mismo taller, la imagen del ángel que va a completar el misterio.

En el apartado musical la banda de cornetas y tambores del Stmo. Cristo de la Misericordia y María Stma. de los Dolores, perteneciente a la hermandad, estrenó banderín y mantolines bendecidos en un concierto solidario celebrado el pasado 22 de febrero. Su repertorio de marchas procesionales también presenta novedades, entre las que cabe destacar el estreno de la marcha ‘Descendido por Amor’ compuesta por los castellanomanchegos Rául Díaz Martín y Sergio García Merlo.

Por último, la Cofradía de Dolores incorporará en sus próximas procesiones unos nuevos ciriales. Consisten en unos candeleros altos cuyo fin es el de señalar la proximidad del paso. Así, si en un cortejo procesional al uso el paso simboliza el altar, los ciriales constituirían el presbiterio. Los cuatro primeros han sido sufragados por el tercio de San Juan Evangelista, a los que le siguió la hermandad adquiriendo a su vez ocho. De este modo la corporación desea enriquecer las procesiones de su cofradía revistiéndolas de mayor simbolismo si cabe, recuperando asimismo una pieza, la de los ciriales, perdida en el tiempo.

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