Es el momento de estar con el equipo. Son tiempos duros. Confío en los jugadores.
Solo necesitamos variar, un poco, nuestra filosofía de juego, por lo menos en casa. No
podemos darle ni un metro al contrario. Si nos dominan será por su empuje y por su juego, no porque le cedamos ningún espacio.
Empezamos mal la temporada, pero nos rehicimos juntando líneas, presionando al
contrario en cualquier parte del campo y aprovechando el potencial goleador que tenemos.
Últimamente cometimos el error de esperar al adversario casi en medio campo y por ahí vinieron todos nuestros problemas. Esta filosofía o estrategia, por lo menos en casa, es suicida.
No me meto en las alineaciones, pero es de sentido común, ante la falta de gol, que
metamos a jugar a los goleadores. En este partido, contra el Internacional, los que han salido al campo desde el principio, solo llevan metidos, en lo que va de campeonato, ocho goles entre todos. Tres Juan Antonio y uno de penalti, dos Seoane, dos Fran Beltran y uno Rodemar.
No quiero despreciar a nadie, pero cada jugador tiene unas características y a los hechos me remito.
Espero que el entrenador corrija estas anomalías y seguro que empezaran, otra vez, los
buenos resultados.