Manuel Villar-El partido que nadie quería perder y nadie se arriesgó a querer ganar. El Racing necesitaba volver a ser un equipo sólido, compacto y al que era difícil meter gol y para eso debía estar concentrado, al máximo, en defender.
Todos debían ser solidarios en la recuperación del balón. Excepto en algunos momentos del segundo tiempo, han cumplido. ¿Esto es suficiente?, creo que no, por eso veo el vaso medio vacío.
Hay que pensar que si necesitamos amontonar tanta gente en nuestra defensa para que no nos hagan gol, va en detrimento de nuestra capacidad de atacar al contrario. Más o menos eso fue lo que paso en Pontevedra. Defendimos con todo y nos quitó frescura y fuerza para llegar al área contraria.
Podría ver el vaso medio lleno si ese equipo compacto presionara y defendiera en campo contrario. Eso sería tener una filosofía ganadora, pero no fue así, defendimos muy atrás y por tanto no llegamos arriba con peligro
Llevamos 4 partidos sin meter un gol y creando muy pocas ocasiones. El entrenador dice que no le preocupa que no metamos gol, pues a este paso nos costara ganar partidos y los equipos de abajo vienen apretando.
El resultado fue justo, el Racing defendiendo y el Pontevedra no atacando con todo, se le notaba que tenía miedo a las posibles contras del Racing. El nombre de Joselu o Armental los asustaba, reconocido por su entrenador.
El entrenador varió el sistema. Jugó un 1-4-4-1-1 con Seoane, Fornos, Garrido y Rivada en defensa; Rodemar y Javi Rey de medios centros; Armental y Marcos por las bandas; Alex López de media punta y arriba Joselu.
Muchos cambios de jugadores y de sistemas de juego. Parece que no encontramos la tecla correcta.