Enrique Barrera Beitia
¿Es preferible unificar la Policía Nacional y la Guardia Civil, o continuar con la actual cohabitación? Se trata de una cuestión importante que nuestra Democracia no quiere abordar, tal vez porque debiendo ser un tema aséptico en términos ideológicos, todos sabemos que terminará provocando un debate estéril.
Todos los partidos estatales coinciden en la necesidad de eliminar las diferencias salariales y mejorar la coordinación entre las diferentes policías; además, Vox plantea eliminar las policías autonómicas y Unidas Podemos es la única formación política que defiende suprimir la aplicación del Código Penal Militar a los efectivos de la Benemérita, un auténtico anacronismo histórico. Como vemos, nadie (salvo que me equivoque) plantea unificar las dos policías.
Es evidente que la actual situación provoca cierto grado de descoordinación y un espíritu de competencia, que siendo positivo en el ámbito económico porque así salen al mercado mejores productos, es nocivo en la lucha contra la gran delincuencia y el terrorismo. Nadie puede negar en privado, que entre la Guardia Civil y la Policía Nacional no se intercambian toda la información que obtienen por separado. Hace años, vieron la luz diversos documentos de la embajada en Madrid de EE.UU, señalando textualmente que «Los cuerpos de seguridad son reacios a compartir información que podría revelar sus fuentes y sus métodos (… ) la fuerte rivalidad entre la Guardia Civil, la Policía y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) bloquea el libre flujo de información (…) y socava la capacidad de España para hacer frente a los riesgos”.
Otro motivo que debería impulsar la unificación es no interrumpir la creciente aceptación de los uniformados en la sociedad civil. En 42 años de Democracia, las fuerzas policiales y el Ejército parecen haber superado satisfactoriamente en buena parte de la población su pasada asociación con la dictadura. El barómetro CIS de 2011 daba a la Guardia Civil un 6.3 de valoración entre los españoles, y un 6.1 a la Policía Nacional, y en marzo de 2013, Metroscopia publicó en El País un Barómetro de Confianza que dio buenos resultados.
Sin embargo, el Informe Estratégico de Europol obtenido y publicado por el periódico alemán Süddeutsche Zeitung señala que la tradicional hegemonía del Partido Popular en militares y guardia civiles ha sufrido un desplome histórico en beneficio de Vox. Si la policía y el ejército visualizan su identificación con la extrema derecha, la dinámica positiva antes descrita se frenará.
No estés tan seguro de esa conclusión. La mayor cercanía de la Guardia Civil y la Policia a Vox -que no creo tan evidente-, sólo puede obedecer al,mismo motivo por el que Vox crece. Y de ello es muy responsable la actitud que Pedro Sánchez y el PSOE están mostrando en sus negociaciones con los partidos independentiastas catalanes y vascos. Es ahí donde está el problema.
En mi opinión, lo que sí es urgente y debería hacerse ya, es la unificación de todas las policías en una sola, con mismo sueldo y competencias, más pluses de localización. No hay ningún motivo por el que un efectivo policial deba atender asuntos distintos de los del servicio a todos los ciudadanos ni servir bajo más mando que el del ministerio. La creación de unidades especializadas en determinados delitos (como ya hay) o determinados lugares (sustituyendo a las policías locales) dotaría de flexibilidad y eficacia (moviendo efectivos, compertiendo recursos…) a lo que ahora es un alocado y caótico reyno de taifas.