El funcionario de Policía, también juzgado, es absuelto del delito de tortura, contra la integridad moral y lesionesLa sección segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado al que en octubre de 2012 era secretario comarcal de la CIG en Ferrol, Xesús Anxo López Pintos, a seis meses de prisión «por agredir a un agente de la Policía Nacional durante una protesta delante de un hotel de esta ciudad, en el que el PP realizaba un acto de campaña electoral».
Según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG), el tribunal lo ha considerado culpable de un delito de atentado a agente de la autoridad, concurriendo la agravante de reincidencia y la atenuante de dilaciones indebidas.
Además, la Audiencia le ha impuesto el pago de 840 euros al agente y lo ha absuelto de las faltas de coacciones y lesiones que le imputaban. Respecto al funcionario del 091, los magistrados han decretado su absolución de los delitos de tortura, contra la integridad moral y lesiones por los que fue acusado.
ARGUMENTOS
Los jueces relatan en la sentencia que cuando se produjo un enfrentamiento entre unos manifestantes y los agentes que formaban parte del cordón policial, el acusado «agarró con una mano a uno de los policías de la camisa y, con la otra, le golpeó varias veces en el casco».
La Audiencia señala que el agente «intentó sujetarlo para meterlo detrás del cordón policial y reducirlo, pero no fue capaz, porque el acusado lo intentaba evitar físicamente, hasta que un compañero que se encontraba a su lado lo ayudó».
«Los testigos que declaran a instancia del acusado pueden desde un plano teórico reforzar su versión, en cuanto a la actitud pacífica de los manifestantes, a la violenta de los policías, a la búsqueda del detenido, a la paliza sádica. Pero el problema es que estas declaraciones no es que no concuerden, sino que quedan desvirtuadas por los elementos de prueba más objetivos», recalca la Audiencia.
Así, considera probado que se produjo «una agresión, un acometimiento, a un agente de la autoridad cuando desempeñaba su función, proteger la evacuación de unos cargos públicos, en unas condiciones que en absoluto permiten pensar en una menor entidad ni en el ánimo defensivo».
LA PETICIÓN FISCAL
López Pintos, se enfrentaba a un pena de prisión de dos años y nueve meses y en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial de A Coruña, negó haber agredido al policía con el que compartió banquillo de los acusados y señaló que ha sido «un cabeza de turco».
El Ministerio Fiscal lo acusa de un delito de atentado y una falta de coacciones. A su vez, uno de los agentes de la Policía Nacional, que ejerció la acusación particular, denunció un delito de atentado con una falta de lesiones, solicitando tres años de prisión.
Según el escrito de acusación, ante el Hotel Almirante, en Ferrol, se realizó una protesta con petardos, lanzamiento de huevos y gritos con motivo de un acto del PP. Algunos de los populares tuvieron que salir escoltados del edificio sobre las 00,15 horas. Entonces, la Policía Nacional procedió al desalojo de la vía pública, «momento en el cual algunos de los asistentes se enfrentaron a los agentes».
Entre ellos, supuestamente, el acusado «se abalanzó» sobre un agente de la Policía Nacional, «sujetándolo con una mano por la camisa a la altura del pecho», mientras que «con la otra le golpeó el casco y se lo intentó sacar».
Por su parte, la defensa de López Pintos, ejercida por el abogado Roberto Bouza, también acusó a ese mismo agente del cuerpo policial de un delito de «tortura, lesiones, agravado por la utilización de un instrumento peligroso», y un delito contra la integridad moral.
DECLARACIÓN DE PINTOS
Ante el tribunal, Pintos ha negado haber agredido al policía y ha declarado que en medio de la carga policial recibió «10 porrazos» de este mismo agente. Según el relato de este sindicalista, todo sucedió muy rápido: «Cuando me di cuenta estaba en el medio de los policías recibiendo golpes», aseguró.
Este exdirigente de la CIG rechazó la tesis de la Fiscalía, que apuntaba a que fue él quien trató de hacer retroceder a los agentes de la Policía. En todo momento, Pintos indicó que fue la policía quien lo atacó primero y lo golpeó, primero en la pierna y después «me dieron 10 porrazos en la cabeza». «Al décimo caí», añade.
«Me tocó a mí como cabeza de turco, como otras veces le tocó a otros compañeros», indicó Pintos quien denunció la «total indefensión» a la que se vio sometido al no admitir el tribunal los 46 testimonios propuestas por su defensa. Sin embargo, al inicio del juicio, el tribunal aceptó la incorporación de 10 nuevos testigos propuestos por su letrado.
LA CIG ESTUDIA TODOS LOS RECURSOS LEGALES
Una vez conocido el fallo judicial la CIG ha avanzado que estudia «todos los recursos legales» ante la sentencia condenatoria contra Xesús López Pintos.
El sindicato ha lamentado el fallo y ha considerado «inconcebible» que se condene a Pintos cuando «él fue el agredido por la policía, tanto durante las cargas como después, mientras permanecía detenido e incomunicado en comisaría».
Así, la central sindical reprocha que López Pintos resulte condenado mientras los hechos protagonizados por los agentes «queden en la más absoluta impunidad», lo que tacha de «absoluta aberración«.