Manuel Galdo (reportaje y fotos)
Estaba yo el pasado viernes, enfrascado en la rehabilitación de una Vespa cuando hube de contestar a una llamada de un número que no tenia en la agenda y cual no fue mi sorpresa que me llamaban de la Escuela de conducción de la Mutua Motorista para, después de haberme, inicialmente, negado la participación en el curso de conducción segura, preguntarme si me interesaba participar ya que había habido una baja en el curso programado para este sábado, día 21.
Mi respuesta fue inmediata, si, y esta mañana salí bajo la lluvia y equipado con la
vestimenta adecuada para la situación dispuesto a realizar el curso.
Una toma de contacto con unas clases teóricas, que si bien en principio no suscitan el interés de muchos, la realidad fue bien distinta ya que los monitores encargados de las mismas con sus disertaciones nos pusieron al tanto de los pormenores, equipamiento y mentalización sobre las pautas a seguir para pilotar una moto con seguridad.
Por su importancia a la hora de pilotar una moto, la necesidad prioritaria de auto protegerse, ocupó una buena parte del tiempo dedicado a la clase teórica incidiendo en la necesidad de utilizar prendas homologadas, pasando por los diferentes tipos de cascos y sus limitaciones, las ventajas e inconvenientes de algunos modelos y la necesidad –últimamente obligatoria- del uso de guantes, para a continuación hacer referencia a otros aspectos no menos importantes para conseguir hacer uso de la moto de la forma más segura; la presión de los neumáticos, formas de frenado, el trazado de curvas y un largo etcétera.
Después de un par de horas analizando teóricamente estos pormenores necesarios para la conducción segura de la moto, era hora de poner en práctica sobre ella las enseñanzas recibidas. Aceleración, frenada, parada, giros, trazado de curvas.
Todos y cada uno de los 20 integrantes del turno de mañana que me correspondió hacer fuimos efectuando las maniobras pertinentes para mejorar esos vicios de conducción que las más de las veces no hacen sino empeorarla, pero que gracias a la experiencia y consejos de los monitores se tomo consciencia de la necesidad de corregirlos.
Para finalizar tuvimos oportunidad de ver y comprobar al funcionamiento de un airbag para motorista, una prenda innovadora que protege del golpe y rozamiento en caso de caída. Es útil, práctico y recomendable su uso, todo en aras de nuestra seguridad.