Juan Cardona Comellas ( www.juancardona.es)
Solamente con una buena dosis de omeprazol en el cuerpo pude seguir ciertas declaraciones de catalanes que ofrecieron las televisiones con motivo de la conmemoración de la «Diada», Fiesta Nacional de Cataluña que los independentistas y allegados han convertido en un día festivo y celebración de solo una parte de los catalanes marginando al resto, que se consideran españoles y catalanes, que siguen siendo mayoría. Ver a ese grupo de señoras, entradas en años, enfundadas en una camiseta reivindicativa manifestarse y reafirmar su independentismo ante las cámaras de la Sesta con perlas como: «Porqué Madrit nos cobra y no nos da lo nuestro» «Con nuestro dinero se financia el resto» «Los que no lo celebran no han nacido aquí» «Siempre fuimos y somos independientes» o «Los otros no son catalanes»; hace que con reservas recordemos parte de los argumentos del sentimiento Catalano-independentista.
La fecha elegida: El 11 de septiembre es el día que la ciudad de Barcelona se rindió a las tropas borbónicas al mando del duque de Berwick en 1714 dando fin a la guerra de sucesión para ocupar el trono de España, vacante tras la muerte de Carlos II sin descendencia. Dos «casas reales» fueron las que lucharon durante años para ocupar el trono español: Los Austrias (Habsburgo) y los Borbones. Parte de España se alinea con una y parte con la otra: resultado años de muertes y privaciones hasta el advenimiento del rey legítimo heredero. Hay que leer bien el testamento de Carlos II, un Austria dejando el trono a un Borbón. Los independentistas catalanes solo cambian una letra de la historia, en lugar de una guerra de sucesión la transforman en guerra de secesión. De una guerra entre españoles la quieren considerar como una guerra entre Cataluña y España. Una curiosidad: La primera conmemoración de esa fecha se realizó en 1886, ciento setenta y dos años de espera.
El estado independiente catalán: Hay un único periodo de tiempo en que el conde de Barcelona y con la ciudad gran parte de Cataluña abandonó la soberanía española y consiguió una independencia tutelada. Durante 12 años entre 1640-1652 (no se contabilizan otros intentos que se pueden medir en horas o incluso segundos) se sublevan contra un Austria con apoyo de un Borbón, justo al contrario que harían unos años más tarde en 1714 apoyando a Carlos de Habsburgo en contra de un Borbón.
Aprovechando una revuelta de agricultores («Corpus de Sangre») que deja 12 muertos y el asesinato del virrey Dalmau de Queralt (catalán Conde de Stª Coloma) a la que se une el malestar por los impuestos para financiar el ejército (La Unión de Armas) y en plena guerra franco-española (1635-1659), el clérigo y político Pau Clarismeses, un par de meses más tarde, proclama la república, traiciona a España y se somete al rey francés «proces» que culmina con el nombramiento de Luis XIII como Conde de Barcelona. El puerto de la ciudad sirve de base a la flota francesa para actuar contra la española.
Tres hechos destacados en este periodo: El rey francés exige y somete a Cataluña a más impuestos que los que exigía anteriormente el español. Segundo este periodo finaliza con la rendición de la ciudad por Juan José de Austria, hijo de Felipe IV, que restablece el orden y concede «Perdón Real General», amnistía general con una excepción del diputado del «brazo militar» Francesc de Tamarit como líder del movimiento. Por cierto, acabó sus días exiliado en Francia protegido por Luis XIII. Lo de exiliarse no es exclusivo de Puigdemon; y ojo, lo del perdón no va exclusivamente por Oriol Junqueras ¿A quién se puede aplicar la posible amnistía del «proces»? Tercero, durante ese periodo y como reacción a la toma de Lérida por las tropas españolas parte de la nobleza catalana se traslada a Castilla (¿fuga de empresas? La pela es la pela…)
La figura en la que centra los actos principales a quien rinden homenaje: Rafael Casanova. El abogado y político catalán «conceller en cap» en 1714. Tras la capitulación de la plaza, herido y según parece disfrazado de monje huyó y se refugió en San Boi de Llobregat. Para muchos (entre ellos algunos significados descendientes) un patriota español convencido de la causa de la monarquía de los Austria, para otros un patriota catalán a secas (catalán sí que era). Destituido de sus cargos recupera tras unos años (1719) sus bienes confiscados y continuó hasta su muerte ejerciendo libremente su profesión de abogado. Nueva amnistía al canto.
Sigue siendo un misterio la elección de la estatua de Casanova como lugar común ya que, en su día, fue preferida entre otros siete aspirantes que adornaban la entrada de la Exposición Universal de 1888, entre los que figuraban: el fedatario godo Wifredo el Velloso (conde de Barcelona entre 873 902), el nieto de Sancho de Castilla Ramón Berenguer I (1035-76) o el mismo Roger de Lauria (nacido en Italia y almirante aragonés).
Por mucho que cambien la historia hay hechos que no admiten discusión y vuelta la burra al trigo: ¡Libertad, amnistía y estatuto de autonomía! Eso sí, la Constitución de 1978 fue votada en Cataluña con el sí favorable por más del 90% de los votantes con una abstención del 32%, norma que ahora han violentado y prometen hacerlo nuevamente. ¿El catalán independentista «e mobile cual piuma al vento»? ¿Dónde está la «serietat» y el «seny» catalán?
¡¡ Estupenda lección sobre Cataluña y su trayectoria !!
No se les da muy bien el ojo para escoger amigos, y si a llevar el paso cambiado.
Que bueno eres Juan Cardona.