Sentimiento Ferrolano, la candidatura con la que aspira a la alcaldía de Ferrol Anicet Lavodrama, da a conocer sus medidas para evitar el bullying entre los jóvenes, «como medida de potenciación del área social del municipio y como impulso hacia la ciudad inteligente«, con un equipo de la Brigada Antiacoso que «estaría compuesto por un completo equipo de especialistas como abogados, psicólogos o informáticos, que darían asistencia y cobertura al menor en su problema en un horario en el que el menor esté tranquilo y relajado, en casa«.
Los expertos llevan años alertando de la amenaza que representan los móviles y las redes sociales ante problemas como el bullying, un fenómeno que a causa de estos dispositivos ya se extiende más allá del horario escolar y que intensifica el acoso a quien lo sufre. «Sin embargo, en la fuente de ese problema también puede estar parte de la solución. Que los niños y adolescentes puedan utilizar esa herramienta cotidiana, un móvil, una tablet o un ordenador, en la petición de ayuda representa una salida sumamente útil y eficaz ante esa situación«.
Esta iniciativa cuenta con la ventaja de que es el chico el que se pone en contacto con el personal asignado a esta brigada «a través de un chat y cuenta su problema gracias a un medio tan familiar para él como un dispositivo móvil. La eficacia de la aplicación se basa en que está más centrada y pensada para los niños que para las propias familias«.
A través de esta asistencia cercana, el menor podría conectarse al servicio a través de la página web habilitada a tal efecto en el que se incluiría un botón de acceso a un chat donde podría exponer su problema a los mediadores de la brigada. En principio, «no sería necesario aportar los datos personales, aunque el menor sí sería identificado a través de un código QR, pero siempre preservando su privacidad, que sería lo importante. También se habilitaría contacto directo y sin filtros con los profesionales de esta brigada a través de las redes sociales -también están en Facebook, Instagram y Twitter, desde donde se les derivaría al chat«.
La Brigada Antiacoso no haría intervención ni denuncia, sino prevención y asistencia, es decir, «que una vez conocido el problema los profesionales se pondrían en contacto con el centro escolar para advertir de que hay una petición de ayuda desde ese centro concreto y que es necesario -ellos sí- intervenir. El papel de los colegios en esta estrategia resultaría de vital importancia y debería de haber una «comunicación bidireccional» entre los especialistas y los propios docentes. En este sentido, los componentes de la Brigada Antiacoso intervendrían con charlas de sensibilización y acciones de colaboración con los colegios del municipio«.