La patrulla de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil del Subsector de A Coruña, perteneciente al Destacamento de Ferrol, logró neutralizar a un ejemplar de cárabo común que se encontraba herido y con grave riesgo de ser atropellado en el centro de la calzada en la autopista AP9-F sobre el Km. 30 sentido a Ferrol, en las inmediaciones de la salida en Neda (31)
Tenía un ala rota, posiblemente por el impacto contra un vehículo mientras se encontraba cazando y notablemente desorientado y aturdido.
Tras ser rescatado se hizo entrega en el Área de mantenimiento de Audasa, para ser ingresado en el Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Santa Cruz, Oleiros, donde se recupera de las heridas y se le dispensan todos los cuidados posibles para ser reintroducido en su hábitat una vez recuperado
EL CÁRABO
Se encuentra entre las rapaces más frecuentes del continente europeo, donde alcanza densidades elevadas. En nuestro país también resulta común, sobre todo en algunos bosques del norte de la Península, donde se trata de la rapaz nocturna más habitual y extendida. De hábitos generalistas y dotado de una gran adaptabilidad a la hora de instalarse y de procurarse alimento, este robusto búho es una de las pocas especies de rapaces que no parecen verse demasiado afectadas por los constantes cambios que provoca el hombre en el medio natural.
Su aspecto
Lo primero que llama la atención en el aspecto del cárabo común es su voluminosa cabeza, en la que destacan unos enormes y globosos ojos negros, lo que, unido a la ausencia de penachos cefálicos (“orejas”) y a su aspecto rechoncho y robusto, permite diferenciarlo fácilmente del resto de nuestras rapaces nocturnas (dibujo 1). Su plumaje resulta extraordinariamente mimético (dibujo 2) y presenta una gran variabilidad en cuanto a color, ya que existen ejemplares grisáceos, rojizos y marrones. En todos los casos, el diseño consiste en una compleja mezcla de punteados, barrados y vermiculados, que imitan a la perfección la corteza de los árboles. La cara es de color blancuzco, grisáceo o rojizo, y en ella destacan dos listas blanquecinas a modo de “cejas”.
Canto
El sonido más característico de la especie es un ululato lastimero, semejante a una risotada, con secuencias repetidas de notas largas alternadas con notas más cortas, transcribible como houuuuu, ho, ho, ho, houuuuu. La hembra tiene un canto parecido, pero menos insistente y sostenido. El reclamo de llamada consiste en un ku-wik estridente y repetido, parecido al sonido de alerta, que es un kuuá terminado bruscamente.