La Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia acoge durante el mes de marzo la exposición antológica de pintura, «Paisajes gallego», del destacado intelectual de Ferrol José Leyra Domínguez, (1912-1997). La muestra la componen una cuidada selección de sus obras más representativas, de temática esencialmente paisajística, en las que Leyra plasmó su personal visión de su entorno y que reflejó idealizado, especialmente las frondosas fragas y los densos sotos, con una paleta rica en colores y predominio de los característicos verdes que resaltan gracias al cuidado tratamiento de la luz; sin olvidar las marinas de las costas ferrolanas: Valdoviño, San Xurxo, Cobas o Doniños.
En el acto de inauguración participaron el coordinador de Actividades de la Casa, Ramón Jiménez, -quien lo hizo en nombre del delegado de la Xunta en Madrid José Ramón Ónega-; y Santiago Leyra Curiá, doctor en Derecho Eclesiástico del Estado por la Complutense, nieto del artista y organizador de la muestra. Acudió también Ángel María Leyra Fajardo, hijo del pintor, autor del prólogo del catálogo elaborado para la ocasión y que se mostró muy satisfecho por la antológica/homenaje a su padre.
Un gran paisajista
Para Jiménez, “José Leyra fue un gran paisajista que reflejó la naturaleza tal y como la veía, con sinceridad y optimismo, que sabía escoger los motivos aprovechando las luces para plasmarlos acto seguido en el lienzo con destreza” y citando el prólogo del catálogo señaló que Leyra Fajardo, “sitúa con precisión al pintor en el lugar que le corresponde dentro del mundo de paisajistas al que pertenece, en el que comparte estirpe, desde Patinir, con nombres tan señeros como Felipe Bello Piñeiro, Lloréns o Pérez Villaamil”.
Un buen recuerdo
Por su parte Leyra Curiá explicó que el origen de la exposición surgió por el buen recuerdo que guarda de su abuelo, con el que, pese a ser el pequeño de sus doce nietos, pudo compartir con él muchos momentos en su casa de Ares en los veranos de su adolescencia. “Aunque soy el que menos tiempo lo conoció, sintonicé mucho con su forma de ser y pude escucharle muchos recuerdos de su interesante vida”, dijo. “Me transmitió su amor a su tierra gallega, su insaciable curiosidad intelectual y su aprecio por la verdad, así como su carácter políticamente incorrecto en las diversas etapas de su vida”. Durante aquellas largas conversaciones estivales siempre le habló con nostalgia de los años treinta, en los que pasó algunos cursos en Madrid preparando oposiciones para inspector de aduanas. “Uno de sus recuerdos más queridos eran sus frecuentes visitas al museo de El Prado, por lo que supongo que le alegrará especialmente ver desde la otra vida la inauguración de esta exposición sobre su obra en edificio tan cercano a la mayor pinacoteca de España”, señaló, y aportó algunos datos de la biografía de su abuelo.
José Leyra Domínguez, era el menor de siete hermanos, perdió a su madre con solo un año de edad y fue adoptado por unos tíos sin hijos, que además de cariño, al ser único, pudieron pagarle los estudios y le permitieron llegar a ser universitario. “Siempre hablaría con mucho agradecimiento de la gran bondad y religiosidad de su madre Isabel y de la honradez de su padre Antonio”, destacó el nieto.
Un gallego universal
La exposición la componen una treintena de cuadros, de los más de 3.000 que pintó, en los que recrea casi exclusivamente paisajes gallegos, los mismos que le devolvieron la fe, tal y como recordó el nieto, citando sus memorias. “La exuberante y variada belleza de la naturaleza gallega le había devuelto –junto al ejemplo de su madre- su fe en Dios, del que le habían alejado sus ideas políticas y la lectura de algunos filósofos ateos en la juventud”. Hasta ese punto fue importante en su vida, “la contemplación del mar, de los ríos, de los bosques que tan bien reflejó en sus cuadros. Quizás por ello San Francisco de Asís era un personaje histórico que le causaba tanta admiración”.
“Junto al amor que profesó durante toda su vida a Galicia y a la cultura gallega”, añadió además que “José Leyra Domínguez se sintió toda su vida español, europeo y ciudadano del mundo. Disfrutó mucho de la lectura de obras de la literatura universal; aprendió francés, inglés y alemán; tuvo la suerte de pasar, ya jubilado, unos días junto a su mujer Josefina en París y en Roma”. Para Leyra Curiá, su abuelo “supo compaginar admirablemente, como la inmensa mayoría de los gallegos, su amor a la tierra chica y su aprecio a la madre patria, respetando y admirando las buenas obras de tantas personas de tantos lugares y de diferentes países. Creo que puedo decir sin exageración que fue un gallego universal, no porque sea mundialmente conocido sino por su capacidad de apreciar y valorar las cosas buenas de todo el mundo”.
José Leyra Domínguez, además de prolífico pintor fue un comprometido intelectual, escritor, periodista, profesor mercantil, licenciado en Derecho, conferenciante, miembro de la Real Academia Gallega y fundador de la Asociación de Artistas Ferrolanos, entre otras muchas cosas.
La muestra antológica “Paisajes gallegos» de Leyra Domínguez podrá visitarse en las Salas A y L de la Casa de Galicia hasta el 29 de marzo en horario, de 10 a 14 y de 16 a 20 horas. Domingos y festivos: de 10 a 14 horas.