(DiariodeCádiz-Óscar Lobato)-La fragata «Almirante Juan de Borbón» (F-102) de la Armada española navegará hacia aguas del Mar del Norte para sumarse a una fuerza naval multinacional tras afrontar una calificación operativa en el Golfo de Cádiz, tras regresar este domingo a su base en Ferrol procedente de Rota.
El navío español tiene previsto integrarse en el Grupo 1 de la Fuerza Naval Permanente (SNMG-1) de la OTAN, que opera en el Atlántico septentrional.
Calificación operativa integral
Dicha incorporación se materializará plenamente con la llegada del buque a su nueva zona operativa a principios de marzo, después que la fragata haya pasado una calificación operativa integral, aplicada por el Centro de Evaluación y Certificación para el Combate (CEVACO) con sede en la base naval de Rota.
Durante este riguroso examen de cuatro semanas, la «Juan de Borbón» –mandada por el capitán de fragata (teniente coronel) Gonzalo Leira Neira– ha debido evidenciar la preparación y capacitación de sus tripulantes en todos los ámbitos, desde su pericia para maniobras de emergencia y combate, hasta su capacidad de responder ante amenazas terroristas y agresiones hostiles diurnas y nocturnas.
Durante el adiestramiento realizado en aguas de Cádiz –designada en clave como operación Caza Nocturna (Night Shoot)– los tripulantes de la fragata española se enfrentaron de hecho a supuestos de agresiones con ataques de misiles y cazas supersónicos.
El informe del planeamiento diario que se desarrollaba en el Centro de Información y Combate del navío solía incluir informes de inteligencia que referían ataques con misiles Styx y con aviones Fencer, Fishbed y Fulcrum.
Arribó a Ferrol
El buque español arribó a Ferrol a las ocho y media de la mañana de este domingo, día 17, donde realizará un reavituallamiento completo y una breve escala para descanso de sus tripulantes. Antes de someterse a la calificación operativa en el golfo de Cádiz, el navío había participado en otro ejercicio en aguas de Canarias y frente a las costas de África.
El grupo de la OTAN
El viernes de la semana pasada, el Grupo 1 de la Fuerza Naval Permanente de la OTAN concluyó por su parte ejercicios de adiestramiento a través de las costas de Noruega y se prevé que su nuevo relevo (al que se sumará la «Juan de Borbón«) desarrolle misiones de vigilancia y patrulla, tanto en el citado mar del Norte como en el Báltico, donde la OTAN mantiene desplegado un nutrido contingente de fuerzas terrestres, marítimas y aéreas en respaldo a las repúblicas de Lituania, Letonia y Estonia frente a las tropas de Rusia.
El crucero de misión previsto para el buque español contemplaba escalas en los puertos de Plymouth y Glasgow (Gran Bretaña), Gdynia (Polonia), Riga (Letonia), Klaipeda (Lituania), Helsinki (Finlandia), Tallín (Estonia) y Estocolmo (Suecia).
Una misión esencial para lograr nuevos contratos en Navantia
Desde el punto de vista económico, la misión que la fragata «Juan de Borbón» va a desarrollar en el Mar del Norte y el Báltico tiene vital importancia para que la firma Navantia pueda lograr una importante cartera de futuros contratos.
La citada firma de astilleros militares españoles –junto a su socio estadounidense General Dynamics– libra ahora una dura pugna para hacerse con el encargo de construir una veintena de nuevas fragatas de la armada de los EE.UU..
La US Navy ya ha suscrito con ambas empresas un acuerdo para una fase previa de diseño y desarrollo, de 16 meses de duración, en la cual evaluaron proyectos y equipos electrónicos que dotarán a los futuros buques estadounidenses.
El Pentágono exigía que esos futuros barcos tomen como base navíos que no sean prototipos sino buques ya probados y en servicio activo, caso de las F-100 españolas.
La integración de las fragatas nacionales en la SNMG-1 resulta pues clave para dicha fase de evaluación.