Según escribe Montero Aróstegui en su “Historia de Ferrol”, el Ayuntamiento ferrolano acordó en la sesión municipal celebrada el 22 de junio de 1778, “que el escudo de armas de la villa consistía en una torre con su farol, cañones, baterías y anclas”. Más tarde el año 1845 se agregó al escudo la nueva bandera de la ciudad, ajedrezada en blanco y azul.
Aunque las primeras representaciones del blasón municipal aparecieron el año 1784 en la fuente de San Roque y el año 1786 en la fuente-obelisco de la Fama, fue en el año 1787, durante el mandato del alcalde Álvarez Caballero, cuando se colocó un amplio escudo de armas de Ferrol, coronando el frontis de la antigua Casa Consistorial del Paseo de las Delicias (hoy Cantón de Molíns), edificio neoclásico tristemente derribado en la década de los años 1970.
Este escudo de armas que presidió la fachada del antiguo Ayuntamiento de Ferrol fue rescatado del olvido y estuvo expuesto de forma adecuada sobre una peana a la vista pública en el patio cubierto del Centro Cultural Municipal en los últimos años en que Bonifacio Borreiros ostentó el cargo de Concelleiro de Cultura, años 2000-2003, atinada decisión tomada a instancias, entre otros, de miembros de este Foro.
Posteriormente el escudo municipal de Ferrol de la Ilustración estuvo abandonado a la intemperie, quedando sometido a los rigores atmosféricos, en el suelo del jardín exterior del Centro Cultural, junto con otras piezas de interés, dándose la estúpida paradoja de que los responsables de gestionar la petición de Patrimonio de la Humanidad para Ferrol, permitiesen el abandono del símbolo más representativo de la ciudad ilustrada del siglo XVIII.
Después de diversas vicisitudes se decidió colocar el escudo de Ferrol en un esquinal de la entrada del Centro Cultural como un adorno más del mismo, llegando a tener colocado en su parte alta un cenicero para uso de fumadores. Y allí sigue hoy en día, descuidadamente olvidado, recibiendo a los visitantes del Centro Cultural, sin la menor indicación de que se trata de una labra del siglo XVIII.
Tanto en su descripción original como en sus primeras versiones, el escudo de Ferrol carecía de timbre de remate. Estudiando de forma detenida la citada labra heráldica de la puerta de entrada del Centro Municipal parece que en su día pudo llevar esculpido como timbre en su parte superior una inapropiada corona, en este caso marquesal, cuando no procede de forma alguna que lleve colocado ese tipo de corona una villa de realengo como la Ciudad Ilustrada, .
Precisamente este remate erróneo de una corona marquesal es el usado en una conocida representación tradicional del escudo de Ferrol, datada a finales del siglo XIX, que ha servido posteriormente de modelo a la mayoría de las representaciones oficiales del escudo de la ciudad, tanto en los letreros de las calles de la urbe como en las placas de diversos monumentos.
Mucho más atinada parece la representación del escudo heráldico de Ferrol colocado en la parte alta del edificio de Correos y Telégrafos, una obra levantada en plena Segunda República. Ejemplarmente conservado durante la época franquista, el blasón ferrolano, con todos los atributos que le corresponden, se corona con el apropiado timbre de una corona mural republicana.
En fecha reciente los historiadores locales Carlos de Aracil y Juan J. Burgoa publicaron en la revista FerrolAnálisis la historia del escudo de Ferrol, dando cuenta de estos y otros avatares del blasón municipal. Mientras tanto, el anodino edificio actual del Ayuntamiento de Ferrol muestra en su frontón un extraño escudo de la ciudad, fuera de toda norma heráldica, soportado lateralmente, a modo de tenantes, por dos sirenas que suponemos deleitarán con sus cantos a los munícipes ferrolanos.