El pasado viernes, día 14, se celebró a bordo de la fragata “Blas de Lezo” la ceremonia de relevo de comandante, en la que el capitán de fragata Vicente Rubio Bolívar entregó el mando al capitán de fragata Juan Carlos Pérez Guerrero. La ceremonia fue intervenida por el capitán de navío, Comandante de la 31 Escuadrilla de Unidades de Superficie, Gonzalo Villar Rodríguez.
El CF Juan Carlos Pérez Guerrero
El capitán de fragata Juan Carlos Pérez Guerrero es natural de Utrera (Sevilla), y obtuvo el Real Despacho de alférez de navío en 1996. Durante su carrera ha estado embarcado en distintas unidades de la Flota. Ha sido comandante del buque auxiliar “Mar Caribe” y del buque de acción marítima “Meteoro”. En sus destinos en tierra destacan el Centro de Valoración y Apoyo a la Calificación Operativa para el Combate, la Sección de Operaciones de la Flota, el Estado Mayor del Grupo de Acción Naval 2 y el Mando de Operaciones.
Es especialista en “Propulsión Naval” y en “Electrónica y Guerra Electrónica”, así como diplomado de Estado Mayor por la Escuela Superior de las Fuerzas Armadas. Realizó los cursos de Operaciones, de Controlador Táctico de Helicópteros en la mar y LAMPS ATACO, así como el de Seguridad Interior. También está en posesión de diversas condecoraciones nacionales e internacionales.
La fragata «Blas de Lezo»
La fragata “Blas de Lezo” pertenece a la clase “Alvaro de Bazán”. Tiene su base en el Arsenal Militar de Ferrol y cuenta con una dotación de 210 personas.
La «Blas de Lezo» (F-103) construida, con un coste 600 millones de €.,en los astilleros de Izar (actualmente Navantia) en Ferrol y en activo desde diciembre de 2004. Fue nombrada así en honor a Don Blas de Lezo, teniente general de la Armada española del siglo XVIII.
Las fragata, al igual que las demás fragatas F-100 clase Álvaro de Bazán, son los primeros buques de guerraeuropeos que cuentan con el sistema de combate Aegis, de origen estadounidense, y un radar capaz de detectar movimientos de aeronaves en un radio de 500 kilómetros, que les permite actuar en igualdad de condiciones con las más modernas unidades de la Marina de Estados Unidos y participar en el desarrollo del escudo antimisiles. Tiene capacidad para detectar y seguir hasta 90 blancos móviles y dirigir los proyectiles antiaéreos y de superficie.
Son los primeros buques españoles con casco de protección balística de acero de alta resistencia. Completa su protección con motores montados sobre piezas elásticas, que no transmiten ruido al casco, por lo que son más difícilmente detectables por submarinos. Durante la fase de desarrollo, se puso especial énfasis en el diseño de las formas del buque con el objetivo de minimizar su «eco» de radar. Las F-100 están equipadas también con sistemas de contramedidas y guerra electrónica Indra Aldebarán, de diseño y fabricación española, y un sistema acústico antitorpedos AN/SLQ-25A Nixie.
Dispone de dos lanzadores cuádruples de misiles antibuque AGM-84 Harpoon; dos lanzadores dobles de torpedos Mk-46; un cañón tipo Mk-45 de cinco pulgadas con capacidad de disparo de 20 proyectiles por minuto y 23 km de alcance; y un lanzador vertical Mk-41 con 48 celdas; cuatro lanzachaff que emiten señuelos para confundir a los misiles enemigos, y un helicóptero SH-60B Seahawk, preparado para la lucha antisubmarina y antisuperficie.
Las capacidades de la fragata se verían colmadas con la instalación de un sónar remolcado ATAS y la integración de los cohetes guiados ASROC en los VLS Mk41 para completar sus capacidades ASW. Para este fin, la fragata posee la correspondiente reserva de peso y espacio y se espera a disponer de fondos para su instalación.