La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha explicado este miércoles que el pasado mes de agosto decidió el tipo de misil que debía incorporarse a las nuevas fragatas F-110, optando por el modelo que ya llevan incorporados los anteriores buques y rechazando la opción de encargar el sistema a la multinacional MBDA, empresa dirigida los 2010 y 2011 por el exministro Pedro Morenés y a la que su antecesora, María Dolores de Cosp edal, había contratado por 9,5 millones de euros un estudio de viabilidad.
Robles ha asegurado en el Pleno del Congreso que las futuras fragatas F-110 son «imprescindibles» para la Armada española, por lo que hace tres meses tomó una decisión sobre el misil que debía llevar incorporada para impulsar el inicio de su construcción en los astilleros de Navantia en Ferrol.
Según ha explicado, sobre la mesa había dos opciones: el misil ESSM que ya está incorporado en las fragatas F100 o un nuevo sistema de la empresa MBDA. «Como había dificultades para definir el sistema que se integraba mejor en las fragatas, se contrató en diciembre de 2017 con MBDA un programa de 9,5 millones de euros», ha revelado.
Sin embargo, ha asegurado que su equipo en el Ministerio decidió que este estudio «no era necesario» porque el sistema que ya funcionaba en los anteriores buques «era suficiente» y el pasado 3 de agosto tomó la decisión «para definir los misiles», optando por el sistema ESSM de la empresa estadounidense Raytheon.
«Entendemos que esas fragatas son imprescindibles para la Armada y para dotar de puestos de trabajo a Navantia en Ferrol. Eso moverá todas las decisiones del Ministerio de Defensa», ha asegurado sosteniendo que la política de defensa «no puede ser objeto de confrontación partidista».
Además, ha deslizado que, cuando llegó al Ministerio de Defensa tras la moción de censura al Gobierno de Mariano Rajoy, se encontró sobre la mesa contratos que le gustaron «menos» como alguno referente a armas y otros «con deficiencias técnicas» que ha trabajado «en solventar«, en alusión al submarino S-80.