El escritor, profesor y crítico literario nedense Vicente Araguas presentó en la tarde de este miércoles en la Delegación de la Xunta en Madrid/Casa de Galicia el libro “La lluvia en el mar. Una antología de poesía gallega contemporánea”, publicado por el Grupo Editorial Sial Pigmalión en edición bilingüe, gallego-castellano, en el que en esta ocasión ha ejercido de antólogo y editor y para el que ha seleccionado una parte de la obra de veintiséis poetas gallegos actuales.
En la presentación acompañaron a Araguas el presidente de Sial Pigmalión, Basilio Rodríguez Cañada, el delegado de la Xunta y director de la Casa de Galicia, José Ramón Ónega López, y los poetas antologados en la obra Antonio Domínguez Rey, Miguel Anxo Fernán-Vello, Manuel Pereira y Luz Pichel, que recitaron algunos de los poemas recogidos en ella y expusieron su particular visión de la poesía.
Los poetas antologados y prologados en esta obra por Araguas son: Luz Pozo Garza, Xosé Luís Franco Grande, Manuel Vilanova, Antonio Domínguez Rey, Luz Pichel, Xosé María Álvarez Cáccamo, Cesáreo Sánchez, Xulio López Valcárcel, Chus Pato, Manuel Pereira Valcárcel, Alfonso Armada, Manuel Forcadela, Miguel Anxo Fernán Vello, Medos Romero, Román Raña, Fátima Rodríguez, Eva Veiga, Fran Alonso, Branca Vilela, Miro Villar, Estíbaliz Espinosa, Rafael Yáñez, María Lado, Dores Tembrás, Diana Varela Puñal y Antía Otero.
Ónega dio la bienvenida a participantes y asistentes e hizo una introducción al acto destacando el bilingüísmo de la obra y que su “editor propiamente dicho” es “el escritor, poeta y crítico literario Vicente Araguas”. “A su cargo ha corrido la selección e introducción de los 26 poetas gallegos cuyos textos recoge la antología. Él insiste en su prólogo en que esta es ´una antología´, no ´la antología´, ni siquiera ´antología´, a secas, de la poesía gallega de hoy. En cualquier caso es su antología, la de Vicente Araguas, y no cabe duda de que conociendo a Vicente será exquisita”, explicó.
Rodríguez Cañada explicó que su editorial apostó por “La lluvia en el mar. Una antología de poesía gallega contemporánea” “primero, por la poesía, género por el que, contra los tiempos que corren, nos la jugaremos siempre y, segundo, por un idioma y una tierra [el gallego/Galicia] que amamos y a la que proyectos como este nos permiten permanecer estrechamente vinculados”, resaltando que esta “no es nuestra primera edición bilingüe ni será la última” y que “más de un cuarto del catálogo de Sial Pigmalión son títulos de autores gallegos”. “En tercer lugar -continuó-, volvemos a apostar, totalmente sobre seguro, por el antólogo, Vicente Araguas, al que cedemos las riendas confiados en su buen hacer”.
“Hemos puesto en esta lluvia todo de nuestra parte para conseguir un libro de esos que de verdad merecen la pena, de los que tener cerca para leerlo y releerlo de a pocos. Vamos a encontrar entre sus páginas desde poetas consagrados que conocemos bien, como Luz Pozo, Franco Grande, Fernán Vello, Chus Pato y Domínguez Rey, hasta algunos, y sobre todo algunas que, confesamos haber descubierto de la mano de Vicente, nos han sorprendido y prometemos seguir de cerca”, añadió. “Qué gran tradición la de las poetas gallegas y qué viva demuestra estar”, apreció.
Antología rebelde con causa
Por su parte, Araguas resaltó que «´La lluvia en el mar´ es una antología ´de autor´. La selección, ya se entiende, hecha desde su criterio personalísimo e intransferible. Por eso es ´una´ antología, con el indeterminante a la inglesa. Aunque, eso sí, en ella, aparte quienes la presiden, Luz Pozo Garza y Xosé Luís Franco Grande, por edad y actitud intemporales, están representadas tres generaciones imprescindibles. La de 1968, la de 1975 y la de 2000. Con especial atención a poetas que por vivir fuera de Galicia, o bien por inclasificables, no suelen aparecer en las antologías ´ad usum´«.
“Antología, pues, rebelde ´con causa´, compuesta por veintiséis poetas. ¿Que falta gente? Claro. A lo mejor -también- el propio antólogo, igualmente poeta, que por pudor se quiso mantener al margen. Y que ya se ha comprado un casco, en una tienda de efectos militares, para lo que le caiga encima. No hay peor enemigo que el poeta que se sienta preterido”, añadió con humor.