Con «Música en Compostela»

                                                                                                                                               

                                                                                                                                     “Ultreia. Et Suseia”

Julia Mª Dopico Vale

De excelencia la primera semana de “Música en Compostela”, tanto didácticamente a través de las cátedras impartidas a las que acceden 120 alumnos procedentes de todas las nacionalidades como a través de las actividades que tienen lugar por las tardes en la solemnidad de la Capilla del Hostal de los Reyes Católicos y en el Auditorio de Galicia.

Los grandes Maestros aportan enseñanzas de privilegio, algo que define la trayectoria de las jornadas fruto de la iniciativa de Andrés Segovia, dejando huella indeleble para y por la música española. En esta diversidad nos hemos aproximado al lejano canto gregoriano, cuna de la arquitectura musical occidental con el musicólogo D. Ismael Fernández; al particular universo sonoro del infrecuente clave y el recital “Fandango” con Yago Mahúgo, a la inexplicable y prodigiosa Música Callada de Mompou interpretada como nadie por Josep Colom, al recital de viola de Ashan Pillai y a los dos conciertos de la “Real Filharmonía de Galicia” dirigida por el Maestro Zumalave con programas de excepción. Música de Rodolfo Halfter, La madrugada del panadero, y de Antón García Abril, Poemario, un concierto para violín y orquesta de cuerdas en el que el compositor muestra su abrumadora técnica a la par que su delicadeza (“la melodía viene da Dio”). El solista, José Manuel Álvarez, resolvió brillantemente estos compases sublimes que continuaron con la Sinfonía en Re de Arriaga.

 Enrique Jiménez

En el segundo concierto de la Filharmonía haciendo honor a nuestros compositores gallegos se interpretó O mencer dos soños de Xavier de Paz y en el momento más emotivo recordando al Doctor y humanista D.Enrique Jiménez, secretario del curso recientemente fallecido, la Impresión Nocturna de Gaos, una obra impregnada de honda y profunda melancolía.

Seguiremos adelante -peregrinos de la música- con las nuevas propuestas que se ofrezcan la próxima semana.

Lea también

Sin novedades en la Plaza de Armas–(Enrique Barrera Beitia)

Enrique Barrera Beitia Vuelvo a opinar sobre el gobierno local sabiendo que se me replicará …