La Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a dos años de prisión a las 13 personas de nacionalidad rumana acusadas de traer a menores de Rumanía para obligarlas a pedir por las calles de Ferrol, tras reconocer los hechos y llegar a un acuerdo con la Fiscalía.
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña tenía previsto celebrar este martes y miércoles el juicio contra este grupo de acusados, para quienes inicialmente el Ministerio Público solicitaba siete años de prisión para cada uno de ellos por trata y uso de menores para mendicidad.
Sin embargo, tras el acuerdo alcanzado con la Fiscalía, la condena ha sido rebajada a dos años de cárcel, al aplicárseles las atenuantes de reparación del daño, por indemnizar con 1.000 euros a cada víctima, así como dilaciones indebidas en el proceso judicial.
En el escrito de acusación se apunta cómo entre los años 2012 y 2013 los acusados viajaron a Rumanía –y en uno de los casos a Zamora– para concertar matrimonios, bajo pago de determinadas cantidades con las familias de las víctimas, con el objetivo de llevarlas a España para una vez en Ferrol obligarlas a pedir limosna por las calles de la ciudad en unas lamentables circunstancias de opresión y esclavitud.
El fiscal constata que las chicas salían «diariamente desde la mañana a la noche a pedir dinero por las calles», bajo la vigilancia de los acusados, a los cuales les entregan la ganancia obtenida. En algunos casos, los que controlaban a las niñas eran sus suegros o abuelos de los chicos con los que habían contraído matrimonio por el rito gitano.
Uno de los casos más paradigmáticos que describe la fiscalía ocurrió en enero de 2013, cuando una de las acusadas viajó a Rumanía con un hijo mayor de edad, y también acusado, donde concertaron con una familia el matrimonio de su hija de 15 años de edad con el chico. La niña estaba embarazada.
Una vez en España, la menor vivía con ambos acusados y otros familiares en Ferrol donde llevaban décadas asentados. Pese a su estado de gestación, la niña “salía desde la mañana a la noche a pedir dinero por las calles, bajo la vigilancia de su ya marido y suegra, a los cuales les entregaba el producto obtenido”, incide el escrito de acusación de la fiscal Ana Lourido Rico.
En otros casos investigados en esta causa se constata que los acusados concertaban matrimonios con sus hijos también menores y llegaron a pagar a las familias a pagar a las familias de Rumanía dotes de entre 3.500 y 6.000 euros, celebrando incluso fiestas por el ritual gitano, “a fin de conseguir traer a las menores a territorio español y dedicarlas a pedir en las calles”, sostiene la acusación.
Con el mismo fin de obligarles a ejercer la mendicidad a las menores en Ferrol, otros de los acusados también concertaron matrimonios con familias gitanas rumanas asentadas en Zamora. “Todo ello con el menoscabo de la integridad moral” de las niñas, dice la fiscal, hasta que una de ellas fue sorprendida pidiendo limosna por lo que se presentó una denuncia que dio origen a la investigación. En la casa donde residía esta menor, la policía se incautó de 3.970 euros, dinero que supuestamente había sido recaudado por ella.