Enrique Barrera Beitia
Parece ser que algo más del 1% de la población son psicópatas (en Ferrol debería haber cerca de 700), y que a lo largo de nuestra vida nos toparemos con unos sesenta. Son personas biológicamente predispuestas a hacer maldades a causa de una baja actividad del cortex pre-frontal, y/o la presencia en su organismo del gen MAO-A. Sin embargo, la familia, la educación, y el ambiente han logrado que sus instintos estén encapsulados, aunque el sistema de control social falla en uno de cada 20 individuos, sobre todo en casos de familias desestructuradas y con abusos infantiles.
Su rehabilitación es imposible a fecha de hoy, pero ni todos los psicópatas son delincuentes, ni todos los delincuentes son psicópatas. De hecho, el 80% de los presos no lo son. Eso sí, está gente amargará la vida a su pareja, a sus vecinos y a sus compañeros de trabajo. Son egocéntricos, se consideran por encima de las reglas sociales, no soportan la indiferencia ni el rechazo, mienten de forma brillante, manipulan a sus víctimas, y sobre todo, su carencia de empatía o afecto es absoluta. No muestran arrepentimiento ni remordimiento, porque para sentirse culpable hay que haber tendido puentes afectivos, algo que ellos no hacen. Rara vez usan la violencia física contra sus parejas porque no quiere dejar rastros, pero las destruirán emocionalmente.
Los sociopatas, que conforman otra categoría de trastorno antisocial, se diferencian en que sienten afecto por alguna persona cercana, son menos cerebrales y tienen menos éxito profesional. No encontré ninguna estadistica sobre ellos.
Los psicópatas (el 80% son hombres) predominan en profesiones que implican poder, prestigio y liderazgo, como la política, el ejército y las finanzas. La doctora Carolyn Bate, una experta en el asunto, sospecha que los psicópatas ocupan el 10% de los puestos dirigentes. Un ejecutivo de banca que ha diseñado la venta de productos tóxicos, y arruinado a miles de personas, puede ser perfectamente un psicópata, al igual que un muchacho que practica el acoso escolar.
En EE.UU hay empresas especializadas en medir el nivel psicopático de sus directivos, porque son muy eficientes y les hacen ganar dinero, pero naturalmente quieren saber si los pueden tener controlados. Estas indagaciones permiten calcular que la proporción de psicópatas entre los ejecutivos de alto nivel, es la misma que entre los reclusos de las cárceles norteamericanas; el 21%.
Sin duda un articulo interesabte en el que cabría pensar a la hora de valorar a nusestros políticos, y en el caso de los Ferrolanos, si me dan a elegir, prefiero menos eficacia, un trabajo más discreto y en equipo apartado del liderazgo típico que solo sonsigue endiosar a mediocres. Las necesidades de la ciudadania debe de estar en manos de gente con empatía, sociable y solidaría, dispuesta a esforzarse por los demás sin exigir nada a cambio, más bien todo lo contrario que un psicopata.
No digo que en Ferrol todos nuestros representantes públicos sean psicopatas, pero alguno no lo puede disimular, y para identificarlos solo es necesario analizar los sintomas que muestran a la hora de realizar su labor . No quisiera dar más pistas para que cada cual realice el analisis con objetividad y solo en caso de duda recurra a consultar con especialistas en la materia, por que el voto es un arma en la categoría de «destruzción masiva» y no se debe utilizar sin una buena información.