Jean-Claude Juncker, Presidente de la Comisión Europea, ha hecho unas declaraciones para lograr una “Unión más eficiente” que pretende que sirvan de base para la reunión informal de los dirigentes de la UE que se celebrará el 23 de febrero de 2018.
Durante su intervención señalaba que «algunos en la sociedad política británica están en contra de la verdad, pretendiendo que soy un federalista obstinado y estúpido, que estoy a favor de un superestado europeo».
Pero veamos, una persona es ¿quién dice qué tipo de persona es o cómo se comporta? Si hay contradicción, ¿qué prima? Desde mi punto de vista, su comportamiento.
Por tanto, Juncker no se considera una persona “federalista”, pero si propone propuestas federalistas. Se puede creer que son suyas, que se le han ocurrido a él y solo. Pero no, ni una cosa ni la otra.
Juncker propone iniciativas federalistas que no son suyas, sino que vienen desarrollándose por personas que si se creen y ven como federalistas y por tanto, actúan como tal.
Las propuestas que Juncker propone pero que “no sabe que son federalistas” son, entre otras, las siguientes, mencionadas prácticamente todas en su discurso sobre el Estado de la Unión de 2017 y analizadas en este diario bajo el título “Discurso del Estado de la Unión de 2017 de Juncker”:
1. El establecimiento y mejora del proceso de elección de la Presidencia de la Comisión Europea llamado “Spitzenkandidat”, al que volveré posteriormente.
2. La unificación de las presidencias de la Comisión y del Consejo Europeo en una sola Presidencia.
3. La propuesta de un/a Ministro/a de Economía. Y ojo, utilizando la palabra “ministro/a”. Otra gran novedad teniendo en cuenta el debate mantenido durante la redacción de la fallida Constitución europea alrededor del término “Ministro/a de Asuntos Exteriores”, posteriormente llamado “Alto/a Representante para los Asuntos Exteriores y Política de Seguridad” en el Tratado de Lisboa que, por cierto, tiene funciones parecidas las que venían contempladas en la no nata Constitución europea.
4. La creación de una lista trasnacional para las próximas elecciones europeas de 2019 aprovechando los 25 asientos vacíos que dejan los/as eurodiputados/as británicos.
5. La creación de la Unión bancaria.
6. El rol más definido de la UE como actor global.
7. El cambio del uso de la unanimidad a la mayoría cualificada en ciertas áreas para imposibilitar el bloqueo político a través del veto.
8. El reforzamiento de la Eurozona para ir avanzando hacia una Unión más cohesionada.
Por tanto, Juncker se puede ver alto, delgado y rubio, pero no lo es. Las ideas que propone, como si fueran novedosas y plenamente suyas, son propuestas federalistas. Es más, él como Presidente de la Comisión Europea ha sido elegido por una propuesta, llamada “Spitzenkandidat”, que llevaban reclamando las personas que llevan años trabajando por la Europa Federal.
¿Qué quiere decir Spitzenkandidat? La obligación de acuerdo entre Consejo Europeo (Jefes/as de Estado y de Gobierno) y el Parlamento Europeo (representantes de la ciudadanía europea) para la elección de la Presidencia de la Comisión respetando los resultados de la elecciones al Parlamento Europeo y, de esta manera, parecerse más al funcionamiento de una elección a la presidencia de un gobierno nacional (el Congreso de los Diputados elige al Presidente del Gobierno español) y menos al funcionamiento de una organización internacional clásica. Esto es, parecerse más a un Estado-nación y menos a una organización internacional. O sea, que “el temor” de Juncker a que la Unión se parezca a un “super Estado”, podrán ver, que tiene un punto cómico.
En definitiva, para conseguir esta idea de hacer una “Unión más eficiente” no les quedará otra, como ha pasado hasta ahora, de ir tomando decisiones de carácter más integracionista o federalista, les guste o no. Es la única manera de construir lo que querían los/as progenitores de este proyecto político: una Unión política. En definitiva, una Europa Federal.
Fuentes:
Comunicado del discurso de Juncker: http://europa.eu/rapid/press-release_IP-18-743_es.htm