“El corazón de la naturaleza está en toda música;
sólo tienes que alcanzarlo”.
Con un lleno hasta la bandera disfrutamos en el Jofre ferrolano de la música de la Real Filharmonía de Galicia en concierto dentro de la programación de la Sociedad Filarmónica llevando esta vez la batuta el reconocido director francés Pierre Bleuse que debutaba así en España si bien goza de pleno reconocimiento y de una dilatada trayectoria internacional por Europa, Asia y EEUU.
Un programa de excepción y música prácticamente contemporánea al principio con el Concierto para pequeña orquesta Op.34 de Roussel, suite en tres movimientos caracterizada por la modestia y el estilo revestido de gran nobleza de esta figura principal de la música francesa de la primera mitad del S.XX; después el poema sinfónico Pastoral de verano de Honegger, compuesto según el texto Aurora de Rimbaud, una obra creada en 1920 siguiendo la estética del autor : “Debemos ser jugadores nuevos en el juego de siempre, cambiar las reglas es destruir el juego y devolverlo a su punto de partida”, reafirmándose así ante el imperio tonal y defendiendo la supremacía de la melodía.
Sin descanso prosiguió la Sexta Sinfonía en Fa m de Beethoven, un “clásico entre los clásicos”, La Pastoral, en la que se puede escuchar el eco de la naturaleza a través de sus cinco movimientos “relatando” los sentimientos que produce la contemplación del campo. Primero recreando un ambiente pastoril, después en la “escena junto al arroyo” en la que se reproduce el canto de algunos pájaros, sigue la festiva y alegre reunión de los campesinos interrumpida por la tormenta- trémolo amenazador de los violoncelos y los bajos- y para finalizar la piadosa escena que expresa los sentimientos agradecidos tras la tormenta. La música continúa de mano de la Filarmónica. Desde aquí seguiremos su relato.