El «Atalaya» hizo escala en el puerto de Gijón

El patrullero de altura de la Armada Española «Atalaya» (P-74), al mando del capitán de corbeta Álvaro Calderón Izquierdo, está haciendo una escala de descanso en el puerto exterior de El Musel dentro de uno de sus periodos de vigilancia marítima por el Cantábrico y el océano Atlántico. El «Atalaya» está atracado en las proximidades de la sede de la Capitanía Marítima y ha podido ser visitado por el público durante la mañana de este domingo.

Con una dotación de cuarenta y ocho personas entre oficiales, suboficiales y marinería, el «Atalaya», con base en Ferrol, es el cuarto y último barco de la denominada «clase Serviola» de patrulleros de altura. El primero (el que da nombre a la clase) es el «Serviola» (P-71), al que siguen el «Centinela» (P-72) y el «Vigía» (P-73).

El «Atalaya» tiene una eslora de 68 metros, por 10,33 metros de manga, un caldo de 3,36 metros y desplaza 1.200 toneladas. Puede navegar a una velocidad máxima de 20 nudos. Fue construido en el astillero ferrolano de la Empresa Nacional Bazán (ahora Navantia) y asignado a la lista de la Armada el 26 de junio de 1992. Desde entonces tiene su base en la estación naval de La Graña, situada en la ría de Ferrol, y opera directamente a las órdenes del Jefe del Mando de Acción Marítima de Ferrol.

Los patrulleros de la «clase Serviola» fueron diseñados para navegar en alta mar durante periodos prolongados de tiempo, incluso con mar gruesa. A popa disponen de una cubierta de vuelo que les permite operar con helicópteros de tamaño medio. El «Atalaya» dispone también de un hospitalillo con seis camas y dos embarcaciones semirrígidas. Su armamento consta de un cañón 3/50 y dos ametralladoras Browning de 12,7 milímetros.

Sus principales misiones son, entre otras, la protección de las líneas de tráfico marítimo en los espacios de soberanía, controlar las posibles violaciones o infracciones de la legislación internacional en el ámbito marítimo e impedir las actividades que puedan afectar a los intereses de España, así como vigilar los caladeros de interés nacional y dar apoyo a la flota pesquera española.

 
 

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