Enrique Barrera Beitia.-
Si cotejamos las ordenanzas de las grandes ciudades gallegas, con las facturas reales de alcantarillado, saneamiento y depuración proporcionadas por usuarios del servicio, que consumen en torno a 10 metros cúbicos al mes, el resultado es espectacular.
Es importante señalar que Pontevedra tiene una depuradora en funcionamiento, a pesar de una orden de paralización del Tribunal Supremo, debido a deficiencias graves que afectan a la salud pública. Esta circunstancia motivó también una protesta del Tribunal de Justicia Europeo. Además, Pontevedra tiene otra sentencia judicial adversa, en su intento de querer cobrar este servicio a los vecinos de Marin, conflicto que tiene ciertas similitudes con el que mantienen Ferrol y Narón.
También puede llamar la atención la escasa cuantía del recibo en Ourense, donde es bastante probable que a corto plazo experimente una subida debido a que ya ha entrado en funcionamiento una nueva y mucho más eficiente EDAR.
Problemas con la tasa ferrolana
Emafesa ha contemplado la depuración como una ampliación natural del contrato firmado con Ferrol, pero tanto la legislación de la UE como la española, consideran que si dicha ampliación supera el 10% del contrato original, no se puede adjudicar directamente. Además, podemos decir sin temor a equivocarnos, que puso al cobro un recibo por un servicio que no prestaba, y que siendo sus tarifas más caras que las aplicadas en las otras grandes ciudades gallegas (700% sobre Ourense, 340% sobre Lugo, 285% sobre Santiago, 230% sobre A Coruña, 72% sobre Vigo y 6% sobre Pontevedra), afirma estar al borde de la quiebra.
Una parte de la oposición municipal (PSOE y BNG) se opone a esta tarifa por entender que está inflada para engordar las cuentas de Emafesa. Por su parte, Ferrol en Común, Ciudadanos y Partido Popular, argumentan que esta empresa es en un 51% municipal y sería irresponsable provocar su quiebra. Es un argumento razonable, pero se da la circunstancia de que los grupos municipales desconocen el estado real del balance económico, porque el concello delega totalmente la gestión en un socio privado que, no le ha entregado sus cuentas pero le pide aprobar unas tarifas que ha elaborado en solitario. En febrero de 2017 entregó al alcalde un informe económico, en el que afirmaban tener deudas pendientes por valor de 5,8 millones de euros. ¿Cómo podemos saber si dicen la verdad?
Ponerse la venda antes de la herida
Si se demostrase que la tarifa no cubre los costes, el pliego de condiciones establece que “(…) el Concello de Ferrol habilitará los medios económicos necesario para mantener en todo momento el equilibrio económico de la gestión”.
Para terminar de completar este complejo escenario, tengo la sospecha de que Emafesa esté mezclando los seis tramos horarios de contrato eléctrico necesario para hacer funcionar la EDAR, para calcular una potencia superior a la real, una especie de “trampa para el futuro”. De hecho, parece estimar la depuración en 30.000 metros cúbicos de aguas residuales de Ferrol y Narón, cuando en tiempo seco seguramente no se llegarán a las 20.000.
Impecable la valoración y demencial el abuso de poder dominante de la empresa «pública» (por lo del 51%) EMAFESA. Mejor la Remunicipalización que este abuso continuado.