(infodefensa y mde)-El BAC «Patiño» de la Armada española navega desde hace una semana hacia el Océano Índico donde se integrará en la operación Atalanta de la Unión Europea. El buque con capacidad para almacenar nueve millones de litros de combustible partió el pasado 4 de la Estación Naval de La Graña y regresará a su base en Ferrol a principios de mayo de 2018, después de cinco meses de despliegue en la misión europea que lucha contra la piratería desde 2018.
El «Patiño, al mando del capitán de fragata Ricardo Jaime Fernández López, cuenta con una dotación de 150 marinos. Como buque de aprovisionamiento en combate dispone de 2000 metros cúbicos para munición, material y víveres, además de su amplia capacidad para transporte combustible. Se trata de la tercera vez que el buque participa en la operación Atalanta. Los dos despliegues anteriores se produjeron entre los meses de diciembre de 2010 y febrero de 2011, y, entre diciembre de 2011 y abril de 2012.
El BAC efectuará el día 21 el relevo del BAM «Rayo» que opera desde julio de este año en aguas del Océano Índico. El buque de acción marítima ha recorrido durante los últimos meses varios países de la zona y, recientemente, se convirtió en el primera embarcación de la misión europea en recalar en Mauricio donde adiestra a la guardia costera del país.
Tanto el «Patiño» como el «Rayo» como ya informó Galicia Ártabra ha sido dotados recientemente de sistemas portátiles anti UAV Drone Defender de la compañía Batelle para combatir a los posibles ataques de sistemas pilotados remotamente, que ha proliferado en la zona del golfo de Adén en los últimos meses.
Está previsto que el «Patiño» permanezca en zona de operaciones desde el 21 de noviembre de 2017 hasta el 20 de abril de 2018. La Armada explica que para realizar esta misión «el buque ha pasado por un intenso período de alistamiento, que ha finalizado recientemente con la realización de una calificación operativa orientada específicamente al despliegue».
Esta misión persigue fundamentalmente reforzar la seguridad marítima en aguas del golfo de Adén y la cuenca de Somalia, así como proteger a los buques mercantes que transportan alimentos del Programa Mundial de Alimentos. La Armada señala que, «por lo tanto, la disuasión de ataques a buques civiles que operan en la zona y la detención, siempre que sea posible, de los sospechosos de haber cometido algún acto delictivo en la mar, se convierte en tarea fundamental».
Desde el inicio de la operación, la Armada española ha contribuido de forma permanente a la operación, manteniendo continuamente un buque, como mínimo, en la zona de operaciones.
ENCUENTRO CON EL «CANTABRIA»
El pasado jueves, día 9, en aguas del Mediterráneo central hubo un emotivo encuentro entre el «Patiño» y el BAC «Cantabria».
Tal y como se refleja en el «Vida a bordo» «el encuentro de hoy con el otro buque español de la misma clase que el “Patiño»fue muy emotivo. Primero porque tuvimos ocasión de saludar a compañeros y amigos de cubierta a cubierta mientras ambos barcos estuvieron navegando en paralelo, y después porque tuvimos el privilegio de recibir a bordo a seis miembros de la dotación del «Cantabria» encabezados por su Comandante el CF José María Fernández de la Trueba Millán, y el Contralmirante español Moreno Susanna, que ostenta el mando de la Operación Sophia en la lucha contra el tráfico de seres humanos en el Mediterráneo. Cabe destacar que dos componentes de la visita eran las parejas de dos miembros de nuestra dotación, que pudieron reencontrarse y abrazarse después de varios meses sin verse; hecho que le dio aún más emotividad, si cabe, al primer encuentro en la mar de estos dos colosos del aprovisionamiento. D. Héctor y Elena sabrán mejor que nadie las sensaciones que ello supone y nosotros bien que nos alegramos.
Esta visita se llevó a cabo por medio del helicóptero que lleva a bordo el “Cantabria», un modelo AB-212, perteneciente a la Tercera Escuadrilla de Aeronaves y que recibe el sobrenombre de “Gato”. Una vez que el personal del “Cantabria» pisó nuestro barco, el helicóptero se dispuso a efectuar el traspaso de material de una cubierta a otra mediante la técnica del Vertrep (abreviatura en inglés de vertical replenishment), consistente en enganchar la carga en la panza del helicóptero suspendida en una eslinga que sujeta una red que contiene el material. En concreto, de nuestro barco al “Cantabria» se fueron dos palés con el material que nos habían entregado en Rota para ellos, más unos detalles de cortesía para alegrarles el día y para que no se pierdan las tradiciones en la Armada. Cosa que a la inversa también sucedió, ya que además de algún material que necesitábamos, también nos pasaron unos regalos.
Una vez finalizado este intenso día, y tras las despedidas, cada barco continuó con su rumbo; nuestro gemelo hacia la ciudad italiana de Civitavecchiay nosotros hacia Souda, en la isla griega de Creta, donde está previsto que hagamos una parada logística el fin de semana para relleno de combustible y como ya señalamos en la anterior Vida a bordo, para deleitarnos con los manjares de la zona, entre los que están la miel artesana, el queso feta y como no, el auténtico y cremoso yogur griego. Descanso bien merecido para nuestra familia de abordo y la mejor manera de recargar las pilas para la próxima singladura que nos llevará hasta Djibouti».