Las empresas auxiliares del sector naval de la Ría de Ferrol, hacen un llamamiento a la responsabilidad ante la situación actual de huelga.
En un comunicado señalan que «la comarca de Ferrol es la que más paro tiene de toda Galicia, con un desempleo que ronda el 23%. Proteger el empleo que existe y generar nuevos empleos es fundamental para que podamos recuperarnos de una crisis que parece no tener fin.
Con las actitudes que han tomado unos pocos, se ha logrado paralizar un sector, el naval, que sigue siendo el motor de empleo en la comarca. En estos momentos la situación es de extrema gravedad, han cerrado durante los últimos 10 años más de 30 empresas del sector, porque no han sido capaces de soportar , la bajada de pedidos y la ausencia de nuevos contratos en muchos casos.
Algunas empresas hemos logrado aguantar estos años con un gran esfuerzo colectivo, de empresarios y trabajadores, tratando de diversificar y de adaptarnos a un mercado que ha cambiado radicalmente, en donde la competencia es cada vez más global, más dura, con unas capacidades muy importantes y que si somos capaces de hacer frente, es por el saber hacer acumulado durante estos años y la voluntad de trabajo diaria.
Una vez más, queremos manifestar nuestra voluntad de diálogo, la necesidad de que se suspenda la huelga y negociar un marco estable de relaciones laborales en el sector, que nos permita cumplir lo pactado.
Se ha firmado recientemente un acuerdo para la entrada en vigor del nuevo Convenio de Siderometal en la Provincia de A Coruña. Este convenio es de obligado cumplimiento por las empresas, fija los salarios, los tiempos de trabajo y es comparativamente con otros mejor en las condiciones laborales. No consideramos que ahora sea prioritario sumar una subida de un 30% en salarios sobre esas condiciones, en un sector en el que se ha perdido competitividad, se mantienen las tarifas de precios congeladas desde hace varios años y en donde las empresas no podrían garantizar esa subida. Además se genera una desigualdad entre los trabajadores de una empresa, puesto que aquellos que prestan servicios en Navantia tendrían unas condiciones económicas mucho mejores que los que prestan servicios en su propio taller o en otras empresas, cuando el trabajo no tiene que ser necesariamente ni de mayor valor añadido ni en condiciones más duras.
Es prioritario garantizar la viabilidad de las empresas, que estas cumplan las normas, pero que en ningún caso se impongan condiciones de forma unilateral, bajo una presión insoportable, que lleven a firmar algo que no va a ser posible cumplir y que desembocaría en una nueva crisis con el cierre de las pocas empresas que han logrado sobrevivir estos años manteniendo el empleo».