El pasado sábado, día 7, coincidiendo con la festividad de la Virgen del Rosario, alrededor de doscientas personas llenaban la Iglesia de Nuestra Señora de los Desamparados en Piñeiros , Narón. Esta gran afluencia de feligreses ponía de manifiesto el cariño y la admiración de la gente hacia el que fue, durante treinta años, su párroco Julio Ladra López.
En homenaje a la inmensa labor realizada por Julio Ladra desde 1982 hasta 2013 como párroco de Piñeiros, tuvo lugar, a las 12 del mediodía, la eucaristía de acción de gracias por su vocación sacerdotal, acompañada por la Coral Areosa de Piñeiros. La ceremonia fue presidida por el Obispo de Mondoñedo-Ferrol, Luis Ángel de las Heras Berzal, CMF, al que acompañaron en el altar José Couce, Cándido Otero (actual párroco de Piñeiros), Manuel Díez, Luis Ledo y, por supuesto, los dos hermanos sacerdotes del homenajeado, Manuel y José María Ladra.
Tras dar la bienvenida al homenajeado, a sus familiares, a sus dos hermanos concelebrantes, demás sacerdotes y a todos los asistentes a la ceremonia,el obispo diocesano afirmó que “sin duda, don Julio ha sido una bendición para todos nosotros en esta parroquia. Los sacerdotes son un don de Dios para que podamos recorrer el camino de la fe en esta vida (…) Don Julio es, hoy, mediador para que nos encontremos en esta eucaristía (…) La pasión de su vida ha sido ser sacerdote. Necesitamos la pasión del Señor para superar cualquier indiferencia. Hace falta mucha pasión de Dios para salvar este mundo”.
Antes de la finalización de la ceremonia, el prelado se acercó al homenajeado para hacerle entrega del recuerdo conmemorativo de esta celebración y sus años al frente de la parroquia. Asimismo, algunos de sus sobrinos se acercaron al ambón para dedicar unas emocionadas y emocionantes palabras sobre la vida y la labor de su tío Julio.