El patrullero «Centinela», que desde el pasado día 16 que abandonó aguas ferrolanas operó bajo el Mando de Vigilancia y Seguridad Marítima dentro de la estructura operativa de las Fuerzas Armadas en aguas del Atlántico y golfo de Cádiz, ha emprendido viaje de regreso a su base ferrolana finalizada la campaña de seguridad y vigilancia.
El «Centinela» es el segundo patrullero de la clase Serviola y tiene base de estacionamiento en Ferrol. Como unidad de la Fuerza está integrado en el Mando de Acción Marítima de Ferrol. Su principal misión comprende la realización de operaciones de vigilancia y seguridad del entorno marítimo en los espacios de soberanía nacional. Además colabora y apoya a otros organismos públicos en el control del tráfico marítimo, vigilancia de pesca y la búsqueda y rescate de náufragos.
El patrullero «Centinela», al mando del capitán de corbeta Fernando García Tobio, tiene una dotación de 7 oficiales, 10 suboficiales y 30 militares de la escala de tropa y marinería. Además para el tipo de misiones que acaba de realizar lleva un equipo operativo embarcado compuesto por siete infantes de Marina del Tercio del Norte, con base en el cuartel de Dolores, en Ferrol, que realiza funciones de apoyo y seguridad a las misiones asignadas al buque.
El buque fue construido en los astilleros de Navantia en Ferrol y entregado a la Armada en septiembre de 1991.Tiene una eslora de 68,65 metros y un desplazamiento de 12.000 toneladas. A lo largo de su historia ha tomado parte en operaciones como la crisis del fletán, la recuperación del islote de Perejil y el control de fronteras en el Estrecho, así como varias operaciones contra el tráfico de drogas.